El verdadero impacto de la crisis en la morosidad bancaria lo comenzaremos a ver durante la segunda mitad de 2022, cuando expiren las moratorias y los avales públicos
¿Cómo es posible que la morosidad bancaria siga descendiendo en un contexto de crisis profunda? ¿O a lo mejor la economía no va tan mal, como sostiene el Gobierno? Pues miren, la tasa de impagos continúa bajando gracias a los créditos ICO avalados por el Estado en un 80% para autónomos y pymes, y en un 70% para el resto de empresas, porcentaje que se reduce al 60% en las renovaciones del préstamo.
Porque la economía no va mal, va peor, y los bancos, que los saben, prevén un aumento de la morosidad a partir de este segundo trimestre y, sobre todo, durante la segunda mitad del año, coincidiendo con el final de los avales ICO y con las primeras subidas de tipos de interés por parte del BCE.
De momento y según los datos publicados este jueves por el Banco de España, la tasa de morosidad bajó en marzo hasta el 4,24% desde el 4,31% de febrero y frente al 4,51% de marzo de 2021. Pero es un espejismo, encubierto por la economía de la subvención del Gobierno Sánchez.