La diversificación ya no es lo que era, al menos la geográfica. Los inversores, si buscan diversificación lo que hacen es invertir en bancos de distintos países, no en un único banco que tenga negocios en varios países. En otras palabras, la diversificación puede resultar útil para distribuir el riesgo del negocio en varios mercados, pero no para atraer a los inversores.

Ejemplo de lo que estamos diciendo es la cotización de los cinco grandes bancos del Ibex, este lunes. Mientras Caixabank, Bankinter y Sabadell lideran las subidas al comienzo de la sesión, BBVA y Santander caen más que el índice. Es decir, la banca española vuelve a estar de moda tras la vuelta a la normalización de la política monetaria, esto es, a la subida de tipos de interés por parte del BCE.

El negocio típico bancario vuelve a ser negocio -ojo, y es muy bueno que lo sea- y España es uno de los países donde mejor banca doméstica -la que aporta valor a la sociedad- se realiza. Y aunque sea políticamente incorrecto, la verdad es que, antes que los bancos, esa labor la hacían, y de mejor manera, las cajas de ahorro, que han pasado a la historia, injustamente, como las culpables de la crisis financiera de 2008.

Y mientras los inversores muestran su apetito por los bancos en España, Bankinter lanza una emisión de valores perpetuos eventualmente convertibles en acciones ordinarias de nueva emisión, por importe máximo de 300 millones de euros, según el documento remitido este lunes a la CNMV. La emisión va destinada exclusivamente a inversores cualificados y excluye el derecho de suscripción preferente.

Con esta emisión, el banco de Jaime Botín se une a las emisiones que lanzaron Santander, BBVA y Sabadell nada más comenzar el año, para captar, entre los tres, 5.000 millones de euros: 3.500 millones el primero, 1.000 millones el segundo y 500 millones el tercero.

Se trata de aumentar los recursos propios -el capital de máxima calificación- de cara a los requerimientos del BCE, y, al mismo tiempo, de adelantarse al encarecimiento de la deuda provocado por la subida de tipos de interés.