
En España, afortunadamente, crecen las voces a favor de la energía nuclear y en contra de los siete reactores que aportan el 21% de la electricidad de forma estable y ¡sin emitir CO2! En este contexto, llegan más avisos para la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, esta vez ha sido la Sociedad Nuclear Española (SNE), que ha subrayado que las centrales españolas están “avanzadas tecnológicamente y están preparadas para continuar operando durante muchos años más, 60 e incluso 80 años, en línea con la tendencia internacional”.
Así lo ha referido Emilio Mínguez, presidente de esta asociación que agrupa a los profesionales de la industria nuclear española, en la jornada ‘Las centrales nucleares en 2024. Experiencias y perspectivas’ que se ha celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Mínguez ha subrayado que estas instalaciones “son seguras y fiables -así lo ha reconocido también la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO)-, asimismo, resultan económicamente sostenibles si no se las penaliza con impuestos” y que “cuentan con profesionales preparados y comprometidos, unos activos de valor incalculable”.
En este contexto, también se asiste a un gran paripé, pues las eléctricas ahora multiplican su inversión publicitaria para salvar a los reactores, mientras la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, sigue en sus trece. Eso sí, sabe que va a tener que prorrogar su vida útil... para evitar apagones, pero lo hará ‘in extremis’.
Mínguez también se ha hecho eco de las recientes declaraciones de la española Sama Bilbao, directora general de la Asociación Nuclear Mundial (WMA, por sus siglas en inglés), en las que mostró su preocupación por el cierre nuclear en España y seguir el error de Alemania y destacó que “el progreso y el desarrollo socioeconómico necesitan energía abundante, limpia y barata, 24 horas los 365 días del año. Por esta razón, los grandes usuarios de energía, incluyendo la industria pesada, la química, el transporte o la inteligencia artificial, están apostando por la nuclear”. Asimismo, ha referido el manifiesto de la industria auxiliar del sector eléctrico presentado la semana pasada.
El presidente de la SNE, asociación que ya avisó sobre el cierre nuclear al Gobierno en 2023, ha destacado que “apagar las centrales nucleares supone perder, en un plazo de 11 años, un 20% de la electricidad generada de forma permanente, y las soluciones para su sustitución están en los papeles, pero no materializadas en proyectos concretos que permitan pensar que es fácil hacer esa transición”. También ha referido que “perdemos gratuitamente instalaciones capacitadas para seguir funcionando y perdemos talento”. Además, ha recordado que “el escenario geoenergético mundial ha cambiado y los países están incorporando la energía nuclear en su matriz energética”, mientras “España se empeña en circular en sentido contrario en una vía en la que nos estamos quedando totalmente solos”. Por eso, ha añadido: “Todavía estamos a tiempo de rectificar. ¡Hagámoslo!”.
En paralelo, la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Nucleares (AMAC) ha instado al Gobierno a dialogar y llegar a acuerdos para frenar el cierre de las centrales nucleares en España, en la celebración de su Asamblea General que ha tenido lugar en Mont-roig del Camp (Tarragona). La AMAC considera, al igual que la SNE, Foro Nuclear y otras muchas voces, que estamos a tiempo de revertir el cierre y apostar por unas infraestructuras “seguras y necesarias” para garantizar el abastecimiento energético de España y su competitividad económica. Esta asociación ha recordado que las centrales generan cerca de 30.000 empleos en nuestro país y suponen un motor de desarrollo en muchas zonas del país (por ejemplo, en la comarca extremeña Campo Arañuelo) y una energía acorde con la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
En la Asamblea General de AMAC han participado más de 60 alcaldes y concejales de municipios situados en áreas de centrales nucleares y almacenes de residuos radiactivos. “Creemos que las diferencias entre ambas partes son muy cortas y no nos cabe la menor duda que con reuniones, diálogo y voluntad se puede llegar a acuerdos que eviten un cierre previsto en otro contexto y realidad”, ha señalado el presidente de AMAC, Pedro Sánchez Yebra. Asimismo ha afirmado que “en la coyuntura actual España no puede prescindir de esta energía”, que con la guerra de Ucrania y el ritmo de demanda energética, se ha demostrado que “resulta imprescindible para garantizar el suministro que permita a empresas apostar por instalarse en nuestro país, generando riqueza y desarrollo y permitiéndonos ser competitivos”. Además, Sánchez Yebra ha añadido que la nuclear “mantiene una fuerte actividad de I+D cercana a 70 millones de euros anuales, y desarrolla conocimiento tecnológico cuya utilidad va más allá de las centrales”.