La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero (también conocida como Marisú y a quien magníficamente imita el humorista Carlos Latre), se ha lucido con la aprobación de la ‘tasa Google’ en España. Y es que la acabarán pagando las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas empresas (pymes), y los consumidores… porque ante este nuevo impuesto, por ejemplo, Amazon ha decidido subir un 3% las tarifas por referencia para los productos vendidos en nuestro país.

El gigante estadounidense de comercio electrónico repercutirá de esta forma la ‘tasa Google’ que ha entrado en vigor el pasado 16 de enero, como ha avanzado El Confidencial, aunque el Gobierno ha retrasado su pago. Eso sí, Amazon dará una pequeña tregua a sus vendedores -o sea, a los afectados-, porque les aplicará la subida de las tarifas a partir del próximo 1 de abril, absorbiendo hasta esa fecha los costes del nuevo impuesto. “Como muchos otros, hemos instado al Gobierno a buscar una solución global sobre la tributación de la economía digital al nivel de la OCDE en lugar de imponer impuestos unilaterales, para que las reglas sean consistentes en todos los países y más claras y justas para las empresas. Como hemos indicado anteriormente, la forma con la que el Gobierno ha diseñado Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales afectará directamente a las empresas que utilizan nuestros servicios”, han señalado fuentes cercanas a Amazon a Europa Press.

El gigante estadounidense de comercio electrónico ha instado al Gobierno a buscar una solución global sobre la tributación de la economía digital, a nivel OCDE, en lugar de imponer impuestos unilaterales

El gigante estadounidense de comercio electrónico que dirige Jeff Bezos ha señalado que ante la subida de las tarifas, los vendedores podrán incrementar también los precios de sus productos (algo que acabará repercutiendo en los consumidores) o bien encajarla en sus costes. Amazon ha tomado la misma decisión en Italia y Francia. Recuerden que el país galo aprobó su ‘tasa Google’ (también llamada ‘tasa GAFA’) en 2019, pero retrasó su puesta en marcha por un acuerdo con EEUU hasta que la OCDE emitiese su dictamen… y al final, ha empezado a aplicar el pasado noviembre, pese a la amenaza de aranceles. Precisamente, hace dos semanas, EEUU ha anunciado que retrasará los aranceles sobre productos franceses por valor de 1.060 millones, pues quiere esperar a ver lo que dicen las investigaciones sobre la ‘tasa Google’ que han puesto en marcha otros países (España, Reino Unido, Italia, Turquía o Brasil) para lanzar una respuesta coordinada contra la misma.

Recuerden que la ‘tasa Google’ española afecta a empresas que ingresen, al menos, 750 millones al año en el mundo y más de 3 millones en nuestro país, gravando el 3% de los servicios de publicidad y de intermediación en línea, la venta de datos generados a partir de información dada por el usuario y la venta de metadatos. El Ministerio de Hacienda estima una recaudación de 958 millones de euros anuales, lejos de los 1.200 millones que preveía antes de la pandemia del coronavirus. El Gobierno ha defendido el “carácter transitorio” de esta tasa que Marisú decidió lanzar sin esperar a la OCDE ni a la UE: Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha señalado que no escatimaran esfuerzos para alcanzar un acuerdo en este sentido en la OCDE o en el G20, pero si no lo logran, aprobarán una propuesta propia en la UE. Y parece que en el seno de la OCDE la cosa va para algo de tiempo: negociará este impuesto a mediados de año