La concesionaria italiana Atlantia ganó 6.042 millones de euros en el conjunto de los nueve primeros meses del año, lo que supone multiplicar por 12 el beneficio obtenido en el mismo periodo del año anterior, según datos aportados por la compañía. El resultado bruto de explotación, ebitda, fue de 3.351 millones de euros, un 16% más, y el resultado neto de explotación, ebit, llegó a 1.293 millones de euros, lo que se traduce en un incremento de 784 millones, respecto a los 509 millones del mismo periodo del 2021. Atlantia elevó su facturación un 18%, hasta los 5.415 millones de euros. 

En cuanto a los costes, los equivalentes a materiales y servicios externos aumentaron un 23%, hasta los 1.330 millones de euros, y los de personal alcanzaron los 702 millones de euros, lo que supone una subida del 20%. Por su lado, la deuda financiera neta asciende a 17.870 millones de euros a 30 de septiembre de 2022, una reducción de 17.408 millones de euros respecto a 31 de diciembre de 2021, cuando era 35.278 millones de euros, esta reducción de deuda se debe, en parte, al ingreso que los italianos han recibido por la venta de su participación en Hochtief, que ACS compró por 578 millones de euros, un divorcio casi total entre Florentino y los Benetton. 

Estas buenas cifras se deben, en parte al impacto de las operaciones descontinuadas, que han elevado el beneficio en 5.840 millones de euros. El beneficio de las operaciones de continuación fue de 509 millones de euros, frente a las pérdidas de 33 millones de los nueve primeros meses de 2021. Por segmentos de negocio, la división de autopistas crece un 8%, y es que el tráfico de las mismas ha subido un 12,2% respecto a 2021, mientras el negocio de aviación casi se duplica, facturando 444 millones de euros, debido a que el tráfico aeroportuario ha mejorado en todos los países tras las restricciones de la pandemia, con un incremento del 153,6% frente a 2021, aunque no alcanza niveles pre pandemia. El resto de ingresos se incrementarion un 45%, hasta los 984 millones de euros. 

Estos resultados llegan en mitad de dos grandes cambios para Atlantia: en primer lugar, recuerden que a finales de año, como parte de un acuerdo de rescisión mutua", el consejero delegado y director general de la empresa italiana de infraestructuras Atlantia, Carlo Bertazzo, cesará en su cargo, después de asumirlo en enero de 2020, cuando tomó las riendas para hacer frente al escándalo del hundimiento del puente Morandi en Génova. Y es que la familia Benetton controla el 33,1% de Atlantia, a través de Edizione, su brazo inversor.

Atlantia lo expresaba así: "El consejo de administración de Atlantia se ha reunido este jueves y ha tomado nota de la voluntad de Bertazzo, expresada en un acuerdo consensuado, de dejar de dirigir la compañía tras la prevista exclusión de la cotización en la Bolsa italiana", y esta es la segunda gran operación, la OPA por parte de Blackstone y los Benetton sobre Atlantia.

Hace unos meses, los italianos se encontraban con la ofensiva de Florentino Pérez, su socio en Abertis, para hacerse con el poder de Atlantia, los Benetton reaccionaron rápido y se unieron al fondo Blackstone, con quienes lanzaban una OPA para asegurarse que Atlantia seguía siendo suya. Es decir, cuando se consume la compra por parte de los Benetton y el fondo Blackstone de Atlantia, y excluyan la compañía de bolsa, Bertazzo dejará el cargo, si bien no se ha aclarado qué pasará con él en Abertis, compañía de la que es consejero.

Porque tras la guerra de Florentino y los Benetton, ambos firmaban la paz, y una de las consecuencias de esta paz fue el aumento de consejeros de Abertis, y uno de los consejeros que les correspondía a los italianos tuvo que ir a Blackstone, como parte de su acuerdo: Claudio Boada, hombre fuerte de Blackstone, entraba en el consejo de Abertis.