
Jueves 6 de febrero, día de contrastes en ING. Mientras el CEO del grupo holandés, Steven van Rijswijk -Steven para los amigos- presentaba unos malos resultados de 2024, la consejera delegada en funciones de la filial española, Almudena Román, presentaba en Madrid un beneficio bruto récord de 521 millones de euros, un 16% superior al de 2023. El neto fue de 356 millones, un 13,3% más.
ING España va ganando peso dentro del grupo. Si en 2022 aportó el 6% del beneficio, en 2024 fue cerca del 10%. En cuanto al número de clientes, España aportó el 13% del crecimiento total durante el pasado año. Por cierto, aunque las cifras corresponden a España y Portugal, el negocio en el país vecino todavía es muy incipiente.
Los ingresos aumentaron un 7%, hasta los 1.167 millones de euros y la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) alcanzó el 20%. Todo esto con una tasa de morosidad del 0,65%, muy por debajo de la media del sector (2,71%).
Una de las claves del ejercicio fue, sin duda, la actividad comercial, que languideció durante la primera mitad de 2022 pero que, desde entonces se ha intensificado hasta cerrar 2024 con 326.000 nuevos clientes particulares. La cifra total de clientes de ING España supera los 4,4 millones, de los que 3,5 millones son clientes transaccionales.
Durante la presentación a la prensa, Román confirmó las recientes declaraciones del CEO del grupo, en las que aseguró que estaban estudiando adquisiciones en mercados clave como el español. “Nuestra responsabilidad es mirar y nosotros miramos adquisiciones todos los meses”, afirmó Román, que dejó la puerta abierta a pujar, si llegara el caso, por los ‘remedies’ de la OPA BBVA-Sabadell.
A pesar del beneficio récord, ING no tendrá que pagar el impuestazo bancario, gracias a las deducciones aplicadas en Sociedades. Ya veremos qué sucede en 2025.
Y frente al crecimiento en España, el estancamiento en el Grupo, cuya cifra de negocio sólo aumentó un 0,2% en 2024, hasta los 22.615 millones de euros. El beneficio neto fue de 6.392 millones, un 12,3% inferior al de 2023. Una de las claves fue la caída del 6% de los ingresos por intereses, que no superaron los 15.023 millones. El aumento del 11,5% de las comisiones, que alcanzaron los 4.008 millones, no fue suficiente para compensarlo. La otra clave fue el aumento de las provisiones, que alcanzaron los 1.194 millones, un 129% más que las de 2023.
No fueron buenos resultados, aunque el amigo Steven afirmara este jueves que son “sólidos”. 2025 se presenta parecido o incluso algo peor, por la inestabilidad geopolítica.
Por cierto, la búsqueda de CEO para España sigue su curso. En Ámsterdam se lo están tomando con calma: la filial española no sólo no da problemas sino que contribuye cada vez más al beneficio del Grupo.