Malos datos de la inflación subyacente en España
Eurostat ha publicado hoy los datos adelantados de la inflación en el mes de septiembre, que en la eurozona cayó hasta el 4,3% (frente al 5,2% de agosto).
Mientras que, también en la eurozona, la inflación subyacente -que no tiene en cuenta la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, los elementos más volátiles- ha descendido hasta el 4,5% (frente al 5,3% de agosto). Hay que subrayar que la inflación subyacente es un indicador clave para el BCE a la hora de decidir sobre los tipos de interés.
Ahora comparemos estas cifras por países. Ayer el INE adelantó que la inflación en España (medida en el IPCA) se quedó en el 3,2% en septiembre (frente al 2,4% de agosto). Mientras que la subyacente en España se quedó en el 5,8% (frente al 6,1% de agosto). Dato que, recordemos, fue vendido como todo un éxito por el ministro sanchista Héctor Gómez…
La inflación subyacente es muy importante porque permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales y permite identificar con mayor precisión la variabilidad de precios en un corto tiempo debido a que los factores transitorios son eliminados. Por todo ello, una inflación subyacente del 5,8% sigue siendo un dato altísimo y altamente preocupante.
Entre las grandes potencias de la eurozona, la inflación bajó en Alemania (del 6,4% en agosto al 4,3% en septiembre) y en Francia (del 5,7% al 5,6%), pero repuntó levemente en Italia (del 5,5% al 5,7%).
Volviendo a la eurozona, por componentes, los alimentos son el factor que más ha subido en el último año (aunque se desaceleran desde el 9,7% en agosto al 8,8% en septiembre). En segundo lugar, están los servicios (con una subida del 4,7% en septiembre frente al 5,5% en agosto). Por su parte, los precios de los productos industriales no energéticos suben un 4,2% en septiembre frente al 4,7% en agosto. Finalmente, la energía cae un 4,7% (frente a la subida del 3,3% en agosto).