La corporación presidida por Marc Murtra ha presentado en la tarde del miércoles los resultados cerrados a finales del tercer trimestre del ejercicio con un resultado atribuido de 115,7 millones de euros (M€), un 0,9% superior al obtenido en el tercer trimestre del pasado ejercicio, que incluía una plusvalía de 17M€ por la venta de sus instalaciones en San Fernando de Henares.

Los ingresos ordinarios crecen 331,5M€ interanuales (+14%) y llegan a los 2.694,4M€, de los que 50M€ son atribuibles a las variaciones de tipos de cambio, en especial en Hispanoamérica. El resto, debido al excelente desempeño de la división de Minsait cuyos ingresos crecen un 19% en los nueve meses hasta los 1.829M€, y donde destaca un fuerte crecimiento del 35% en Administraciones Públicas y sanidad, gracias al negocio favorito de la compañía (las elecciones), dos autonómicas en España y un proyecto de elecciones en Angola, (no quiero imaginarme cómo se frotan las manos con la que nos viene encima en el 2023, autonómicas y municipales, si no cae antes este gobierno que nos añadiría unas generales a la feria).

Transportes y Defensa, por su parte, presenta unos ingresos de 865M€ (+4,7%) interanual en los nueve meses, con proyectos en tráfico aéreo y transporte ferroviario en diversos países gracias a la vuelta a la normalidad post pandémica. Defensa y seguridad crece un 2% en especial en el continente asiático y permanece a la espera de la firma de contratos del futuro sistema de combate aéreo europeo (FCAS) que en nuestro país cuenta ya con unos 500M€ de los Presupuestos Generales para el 2023.

La cartera de proyectos de la compañía creció a lo largo del ejercicio un 12% hasta situarse en 5.983M€, de los que 4.129M€ pertenecen a Transportes y Defensa mientras que a Mintsait, 1.854M€.

En la parte societaria, INDRA no necesita turbulencias como las que está viviendo, las idas y venidas de los consejeros independientes, el gobierno y especialmente sus socios comunistas pueden representar un tremendo peligro

Como hemos visto a lo largo de estas semanas en otras presentaciones de resultados, después algunos ejercicios de contención, la situación político-económico-bélica está afectando al control de la inflación en nuestras zonas económicas. Así vemos crecimientos del 8,2% en los aprovisionamientos y del 15,8% en los gastos de personal, que además comprenden 20M€ por indemnizaciones (eterno problema de la compañía, la gestión de plantillas que al cierre del tercer trimestre alcanza los 55.853 empleados, 4.543 más que en septiembre de 2021), después de 78M€ en amortizaciones, el EBIT asciende a 204,3M€, un 8,5% superior al obtenido en el pasado 2021.

El resultado financiero es prácticamente el mismo del ejercicio precedente, 29,3M€ (-0,9%), mientras que la deuda financiera se sitúa en 972,7M€, un 34,07% inferior a la existente en el mismo periodo del 2021, que incluye la recompra de 150M€ de bonos senior. La generación de caja neta al final de los nueve meses ha sido de -4,6M€, ya que incluye 28,9M€ en inversiones netas, 26,5M€ en dividendos a la sociedad dominante y 5M€ a socios externos, que con el importe destinado a la amortización de deuda, han hecho que el saldo final de efectivo y equivalentes sea de 752,4M€ un 30,3% inferior al obtenido en el mismo periodo del 2021.

Hay que estar muy alerta con el ultimo trimestre del ejercicio, en general, por el más que posible empeoramiento de la economía que promete seguir su pendiente, con tipos de interés al alza, en el mismo sentido que los precios de materiales y combustibles que pueden impactar negativamente en la rentabilidad de las sociedades. Quizás el tercer trimestre de la cuenta de resultados de INDRA puede ser un aviso, con ingresos superiores en un 19,4% a los del tercer trimestre de 2021, el EBITDA se reduce en un 3%, el margen en un 2,8% y el resultado neto en un 16,7%. Puede se una tendencia a tener en cuenta.

En la parte societaria, INDRA no necesita turbulencias como las que está viviendo, las idas y venidas de los consejeros independientes, el gobierno y especialmente sus socios comunistas pueden representar un tremendo peligro, en especial cuando se está sufriendo en estos momentos la crisis bélica con temas tan delicados como el FCAS en la división de defensa de la compañía.