El martes 2 el Gobierno Sánchez, en especial su equipo económico, se retrató: en medio de una cascada de cifras a cual pero, sucedió lo siguiente: Pedro Sánchez desde Davos, asegura que España está resistiendo mejor que ningún otro país el impacto económico de la guerra de Ucrania y blasona de que lo mismo ocurrió con el impacto económico de la pandemia.

Ojo, lo dice un señor al que las estadísticas han coronado como líder del paro de toda la OCDE y por supuesto, de la Unión Europea.

En Madrid, una cada día más nerviosa y grosera Nadia Calviño, experta en sofismas, asegura que el Banco de España otorga al PIB, es decir a su gestión, un crecimiento del 4,5% para 2022, "por encima de la previsión del Gobierno". Claro, campeona, por encima de la tercera prevision a la baja del propio Gobierno: ¿o es que olvida usted de que su primera previsión de crecimiento era del 9%?

Todos mienten: Sánchez, Calviño, Yolanda, Escrivá... y encima se enfadan porque nadie les cree. Lo peor: el Sanchismo está laminando a la clase media española

Mientras, la 'fashionaria' Yolanda Dïaz, continúa haciendo campaña política de sí misma e insiste en que lo importante no es la sangría de parados, sino que ella solita ha terminado con la precariedad... mientras empresarios y autónomos acuden en masa a la economía sumergida para no tener que contratar a unos obreros a los que no pagan mucho pero por los que sí pagan unas cuotas sociales confiscatorias.

En estado de histeria, en el Senado, sesión vespertina, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, pastueño ante los proetarras de Bildu y ante el viperino Rufián, arremete contra una senadora del PP a la que acusa de inventar bulos sobre la advertencia de Europa acerca de nuestro quebrado sistema de pensiones.

Lo cierto es que quien miente es él: Europa como cualquier servicio de estudios, como el Banco de España, advierten que el sistema de pensiones español es insostenible. Por cierto, muy bueno lo de Escrivá advirtiendo al Banco de España que sus estudios sobre pensiones eran poco científicos. Esa es muy buena.

En resumen, el Sanchismo vive en estado de mentira histérica. Y lo peor es que el Ejecutivo se ha enrocado: niega la crisis económica que sufre España... y con esa negativa, se paraliza la mejora.

Miren ustedes: lo cierto es que, para nuestra desgracia, la economía española no va mal, va fatal. Pero el Gobierno se niega a cambiar de política económica. Ejemplos: no renuncia a subir más los impuestos, ni al voto cautivo vía subvenciones, ni a la ecología ruinosa de doña Teresa Ribera... mientras desalienta al emprendedor con unas cuotas sociales imparables. Lo peor del Sanchismo es que se está cargando a la clase media española.

Todos mienten: Sánchez, Calviño, Yolanda, Escrivá... y encima se enfadan porque nadie les cree.