No está siendo un buen año para H&M, que en agosto cerró su tercer trimestre fiscal con una significativa caída del beneficio, mayor incluso de la esperada por el mercado. Ganó 531 millones de coronas, un 89% menos que el año anterior y muy por debajo de los casi 3.000 millones previstos por los analistas. Las ventas se redujeron un 4% en divisas locales, aunque en coronas suecas aumentaron un 3%, hasta los 57.450 millones (unos 5.265 millones de euros).

Su cotización caía más de un 7% en bolsa durante los primeros compases de la jornada. Normal. La compañía, por su parte, argumentó que la mitad de ese desplome del beneficio se produjo por el cese de la actividad en Rusia. El resto, por el aumento de los costes de las materias primas, el transporte y la caída del consumo.

Esta evolución negativa, no obstante, tiene su origen antes, al inicio de su ejercicio fiscal, de tal manera que en los nueve primeros meses el beneficio de la compañía se ha reducido un 30%, hasta los 4.430 millones de coronas (unos 405 millones de euros) y el ebitda cayó un 29%, hasta los 6.348 millones (en euros, unos 580 millones).

Lo más positivo es que, según la compañía sueca, las ventas se están recuperando en el inicio del cuarto trimestre, las colecciones de otoño, concretamente. Veremos cómo evoluciona. De momento, el grupo ha anunciado un recorte de gastos que comenzará a notarse en las cuentas de la segunda mitad del próximo año, por importe de 2.000 millones de coronas anuales (180 millones de euros). Todavía no ha detallado cómo lo va a llevar a cabo, pero algunos sospechan que recortando empleos, principalmente.