Desde Greenpeace y Fundación Renovables han criticado el ‘gran proyecto’ de Pedro Sánchez, Teresa Ribera y Enagás, principalmente: “El H2Med es un sueño megalítico ajeno a la realidad actual de producción de renovables e hidrógeno” ha señalado Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables. En una rueda de prensa telemática tanto este como José Luis García, responsable del área de Clima, Energía y Movilidad de la citada ONG ecologista, han puesto de manifiesto no sólo lo difícil que será lograr que España sea exportadora de hidrógeno verde sino la ruina de este, sobre la que ya han avisado, entre otros, el CEO de Endesa, José Bogas, y la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, porque hoy no es rentable, algo que Ribera trata de ‘paliar’ vía subvenciones, claro está.

En la presentación telemática del documento ‘Desmontando el hidrógeno’, Ferrando ha comenzado su intervención afirmando que “la transición energética la acabaremos pagando todos”. Considera que el H2Med “es una coartada de continuidad de los combustibles fósiles gaseosos”, criticando que “en tres meses se ha pasado de recuperar el MidCat al BarMar y luego al H2Med, lo que demuestra más rapidez en buscar siglas que en analizar este tipo de iniciativas”. Asimismo, ha referido que ahora el 70% del hidrógeno se produce en refinerías y que en el mundo descarbonizado el papel de estas instalaciones no va a ser el mismo, pidiendo que se eleven las ambiciones en renovables del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que se revisará en unos meses y también de la Ley de Cambio Climático.

García subraya que “el H2Med es totalmente inoportuno y supone una apuesta por el desarrollo de la infraestructura sin que exista una estimación real de su demanda. No podemos convertir una apuesta política en un activo varado, práctica desgraciadamente muy habitual en el modelo concesional español de realización de infraestructuras”

El presidente de la Fundación Renovables ha cargado especialmente contra Enagás al referir que “a veces se le olvida que es el gestor del sistema gasista para entrar en otros mercados especulativos” y que “el H2Med es un sueño megalítico para garantizar inversiones reguladas y el pay out comprometido con los inversores institucionales”. Asimismo, también ha tenido tiempo para su CEO, Arturo Gonzalo (miembro de la ‘smart people’ sanchista, así como fiel discípulo de Sánchez y de Ribera), al referir que el H2Med fija objetivos de capacidad de transporte de 2 millones de toneladas de hidrógeno al año que “Arturo llegó a inflaccionar a 2-3 millones en 2030”.

“El Gobierno de España está apostando desacertadamente por convertirnos en un ‘hub’ de hidrógeno, en el que realizar una apuesta por la sobreproducción de electricidad renovable con el fin de producir y exportar hidrógeno. Algo ilógico porque siempre es mejor transportar electricidad que hidrógeno”, critica Ferrando

Por su parte, García ha subrayado que “el H2Med es totalmente inoportuno y supone una apuesta por el desarrollo de la infraestructura sin que exista una estimación real de su demanda. No podemos convertir una apuesta política en un activo varado, práctica desgraciadamente muy habitual en el modelo concesional español de realización de infraestructuras, como ha ocurrido con las regasificadoras, las autopistas radiales o el sistema de almacenamiento Castor”. Asimismo, ha defendido que el H2Med quede fuera de los proyectos de interés europeos y de la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

García considera que el uso del hidrógeno está bien para cosas que sean difíciles de electrificar. “El Gobierno de España está apostando desacertadamente por convertirnos en un ‘hub’ de hidrógeno, en el que realizar una apuesta por la sobreproducción de electricidad renovable con el fin de producir y exportar hidrógeno. Algo ilógico porque siempre es mejor transportar electricidad que hidrógeno”, ha referido Ferrando. Y es que, al igual que muchos expertos, han destacado que la producción del hidrógeno debe estar lo más cerca posible del lugar de consumo.