Lo primero que hay que señalar de los resultados presentados el martes por Alphabet, matriz de Google y YouTube, es que los ingresos por servicios en la nube decepcionaron al mercado porque sólo crecieron un 12% en el cuarto trimestre frente al 13% que aumentaron en el mismo periodo de 2023. Los inversores, que se toman muy en serio no cumplir las expectativas, castigaron a la compañía que llegó a caer un 7% en operaciones preapertura bursátil. Tranquilos, ya se recuperará.

Además de la nube, lo que realmente trae de cabeza a Sundar Pichai es la mal llamada Inteligencia Artificial (si es inteligencia no puede ser artificial y si es artificial no puede ser inteligencia). Y es que a pesar de los avances de Gemini, la IA de Google no es la más avanzada del mercado, un mercado al que ahora se ha sumado la china DeepSeek, todavía con resultados inciertos.

En este contexto, Alphabet anunció que invertirá 75.000 millones de dólares en IA, frente a las previsiones que hablaban de una inversión total de unos 58.000 millones. El mercado lo interpretó como lo que es, es decir, la necesidad de acelerar para no quedarse atrás en la carrera de la IA, y los títulos cayeron.

Los números del cuarto trimestre: 26.536 millones de dólares de beneficio, un 28,3% más que un año antes, tras unos ingresos de 96.469 millones, un 12% superiores a los del cuarto trimestre de 2023. Por su parte, los ingresos publicitarios, su negocio principal, al menos de momento, ascendieron a 64.470 millones, de los que 54.000 millones correspondieron al buscador Google y 10.470 a YouTube. En ambos casos aumentaron considerablemente respecto al año anterior, constatando que el negocio tradicional de Alphabet sigue en buena forma. El negocio de la nube ingresó 11.860 millones, menos de los 12.190 millones esperados. El beneficio del grupo en el cuarto trimestre fue de 26.536 millones de dólares, un 28% más que un año antes.

Y lo más importante: a pesar del acercamiento entre el CEO, Pichai, y Donald Trump -Alphabet donó un millón de dólares para la investidura- y Pichai fue uno de los que visitaron al presidente en su mansión, antes de la investidura, nada hace indicar, al menos de momento, que Google haya aflojado en su censura silenciosa -enviar a la página 10 de las búsquedas- de todo lo que cuestione el pensamiento único, esto es, la ideología de género, el cambio climático, etc.