Parece que, por fin, Europa despierta, después del ‘caso Tres Gargantas’, frente al peligro amarillo. Como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena, y ahora, con las instituciones comunitarias ya en funcionamiento -tras los cambios surgidos de las elecciones del pasado mayo-, quiere frenar que China compre empresas estratégicas europeas y ejerza competencia desleal.

Así lo ha reconocido la comisaria europea de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, que repite en el cargo, pero gana poder al ostentar también una de las tres vicepresidencias ejecutivas de la nueva Comisión Europea. Esto no es baladí y más si se tiene en cuenta que Vestager se ha atrevido a plantar cara a las gigantes tecnológicas y sus monopolios (llegando incluso a multar a Google), que están siendo investigadas. En Financial Times, esta política danesa ha asegurado que algunas empresas extranjeras usan el apoyo que tienen de sus respectivos gobiernos para lograr ventaja a la hora de comprar compañías europeas. De hecho, esta financiación pública es el motivo de que esté habiendo una hiperinflación de los precios de las sociedades comunitarias, que dificultan que otras compañías del viejo continente pueden hacerse con ellas.

Ya hay una propuesta de Holanda y se podría imponer la reciprocidad, algo que también defiende... Donald Trump

Conviene recordar el ‘caso de Tres Gargantas (China Three Gorges -CTG-)’: esta compañía del gigante asiático es el principal accionista de la energética lusa EDP, pues controla el 23,27%, aunque, afortunadamente, fracasó su OPA. Tras este hecho, el eje franco-alemán empezó a impulsar en Bruselas un mecanismo proteccionista para empresas estratégicas, pero todo quedó interrumpido por las elecciones europeas. 

Ahora parece que se empiezan a poner las pilas, pues hay una propuesta de Holanda, la cual Vestager considera “muy útil” y “bastante ambiciosa”, y se podría imponer la reciprocidad, algo que también defiende Donald Trump. A finales del pasado marzo, la canciller alemana, Angela Merkel, ya señaló que “tenemos que asegurarnos de que no seguimos un proteccionismo unilateral, sino que reaccionamos de manera recíproca en el comercio mundial. Alemania es un país que está a favor del comercio abierto, pero también queremos proteger nuestros intereses”. Ahora, la ministra de Economía de Holanda, Mona Keijzer, ha subrayado que proponen “dotar a la Comisión de nuevas competencias, como, por ejemplo, herramientas que aseguren un campo de juego equilibrado. Si quieren entrar, deben de hacerlo con nuestras regalas”. En definitiva, se refiere a competencias que permitan a Bruselas intervenir cuando empresas estatales extranjeras distorsionen la libre competencia. 

 

PSA y FCA cierran su fusión, creando el cuarto fabricante de coches del mundo, donde los chinos de Dongfeng sólo tendrán un 4,5%

Finalmente, el grupo automovilístico francés PSA y el italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) han cerrado su fusión, creando el cuarto fabricante de coches del mundo, tras Volkswagen, la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y Toyota. Pero en el nuevo grupo, los chinos de Dongfeng (que hasta ahora tenían el 12% de PSA) sólo contarán con una participación del 4,5%, inferior a la que un principio se les ofreció (6%). Movimiento que, curiosamente, coincide con un contexto de cierta alineación entre empresas europeas y EEUU frente a China (recuerden que hace unos días, Telefónica ha roto con Huawei). 

El nuevo grupo estará controlado al 50% por PSA y FCA, que elegirán cinco consejeros cada uno. Carlos Tavares (PSA) será el CEO y John Elkann Agnelli, el presidente. Por su parte, en el accionariado, la familia italiana Agnelli (hasta ahora, principal dueña de FCA) tendrá un 14%, mientras la familia francesa Peugeot tendrá un 6%; el Estado francés, otro 6% y Dongfeng, un 4,5%.