Ericsson y Nokia, las dos alternativas reales actualmente, se frotan las manos, aunque la decisión de Telefónica de prescindir de Huawei en sus redes 5G no será oficial hasta finales de 2020. Será a partir de entonces cuando Ericsson y Nokia tengan que estar preparadas para cubrir el hueco que deje vacío el gigante chino.

Con esta medida, Telefónica quiere evitar depender de un único proveedor en algo tan sensible como el 5G, tal y como le ha sucedido con la red 4G en España y Alemania. Y aunque Telefónica desvincula su decisión del veto de Donald Trump, lo cierto es que se enmarca dentro del plan norteamericano para evitar que la compañía china ostente el monopolio mundial del 5G.

Porque no es solo el posible espionaje -Telefónica no ha encontrado evidencias-, sino el hecho de depender únicamente de un proveedor en un campo tan estratégico para las empresas y los gobiernos como es la comunicación y la conectividad. Al final, de lo que se trata es de establecer un protocolo abierto que se pueda utilizar libremente. De momento, el sector se contenta con lograr que Huawei tenga competencia en redes 5G.