Ericsson sufrió demasiados contratiempos durante 2022, que le llevaron a reducir un 17% el beneficio, que no superó los 19.000 millones de coronas (unos 1.710 millones de euros). Lo peor, sin embargo, fue la caída del 15% del resultado neto de explotación (ebit), que alcanzó los 27.000 millones de coronas (unos 2.420 millones de euros), tras unas ventas al alza (+17%), que alcanzaron los 271.500 millones de coronas (en euros, unos 24.320 millones).

Dos claves: por un lado, el frenazo en las ventas de equipos 5G en el último trimestre, principalmente en EEUU, y, por otro, el acuerdo de patentes con Apple -supuso unos 6.000 millones de coronas (unos 360 millones de euros)- y la provisión de 2.300 millones de coronas (unos 200 millones de euros), para hacer frente a una futura multa en EEUU relacionada con supuestos pagos al ISIS.

El mercado acogió los resultados publicados este viernes con pesimismo, y la cotización caía más de un 4,5% al final de la mañana. Durante 2022, la compañía cayó alrededor de un 40% en bolsa.