
¿El coche eléctrico será negocio? Es una pregunta que en España se responde con un ‘no’, por ahora, y no sólo lo saben los fabricantes automovilísticos, sino también las empresas que han entrado en el despliegue de puntos de recarga y en los cargadores, las cuales aún no son rentables: así se puede ver en la sociedad conjunta Iberdrola bp pulse (participada por la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán -quien en unos meses cumplirá 75 años y acaba de nombrar nuevo CEO- y la petrolera británica al 50%) y en Wallbox, por ejemplo.
Decíamos que el incendio en una planta de reciclaje de baterías de litio y pilas en Azuqueca de Henares (Guadalajara) no ayudará a vender coches eléctricos, al igual que algunos casos de incendios de estos vehículos que ya se han dado en aparcamientos y han llegado a provocar muertes de personas (en concreto, de dos bomberos en Alcorcón el pasado abril). En España, sus ventas aumentan, pero aún representan una parte muy pequeña del mercado, debido principalmente a su caro precio, la falta de ayudas (siguen sin darse en el momento de la compra y tardan demasiado en llegar), la insuficiente red de puntos de recarga, la incertidumbre, etc.
Recordemos que entre enero y junio se han vendido 52.511 vehículos 100% eléctricos, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), un 78,5% más que hace un año, pero sólo supone una cuota del 7,27% del mercado total. Le sacan ventaja las ventas de híbridos enchufables (58.689 unidades) y, sobre todo, las de híbridos no enchufables (254.604), que siguen siendo los preferidos dentro de la movilidad sostenible.
Por su parte, la empresa de cargadores para vehículos eléctricos Wallbox continúa sin ser rentable: en 2024, elevó sus pérdidas un 17%, a 131,5 millones de euros, pese a mayores ingresos (163,9 millones, un 14% más). Tampoco ha logrado aún la rentabilidad la sociedad conjunta creada por Iberdrola y BP en 2022 para desplegar puntos de recarga en España y Portugal: ha tenido unos números rojos de 12,8 millones y ha logrado unos ingresos de 2,14 millones en su primer año de actividad, contando ya con un total de 956 puntos de recarga operativos. La sociedad Iberdrola bp pulse se constituyó con un plan de inversión de 1.000 millones con el objetivo de desplegar una red de 5.000 puntos de recarga pública rápida en 2025 y alcanzar los 11.000 en 2030. Parece que, por ahora, tanto a la eléctrica como a la petrolera les está costando bastante dinero dicho negocio (inversiones y pérdidas) y que la velocidad de despliegue de puntos va bastante lenta: lleva la quinta parte de lo que preveía para este año. Eso sí, aquí también tienen bastante culpa las Administraciones, pues la media de instalación de cada punto de recarga supera los dos años.
En el entretanto, los primeros ejecutivos de varias marcas automovilísticas ralentizan sus planes de apostar por los vehículos 100% eléctricos en 2030 y se muestran más flexibles a la convivencia de distintas tecnologías. Así se ha podido ver en recientes declaraciones de Hakan Samuelsson, CEO de Volvo Cars, quien ha admitido que quizá han sido demasiado optimistas al querer ser una marca eléctrica en 2030. Por su parte, Michael Schiebe, CEO de la marca Mercedes-AMG, ha señalado que sus clientes “no tienen de qué preocuparse; no hemos definido un final natural para ninguna tecnología de propulsión. Los motores de combustión durarán más de lo previsto inicialmente, aunque serán convenientemente electrificados”, recalcando que “las condiciones marco las establecen el legislador y los clientes. Esto demuestra que debemos ser extremadamente flexibles. Actualmente, no tenemos previsto comprometernos con una sola tecnología en un plazo determinado”. Eso sí, su jefe, Ola Källenius, CEO del grupo Mercedes-Benz, ha insistido el compromiso con la tecnología eléctrica y que “no hay vuelta atrás en el mundo del automóvil”, aunque ya no apunta a una electrificación total para 2030, sino una transición más gradual y con una vida más larga para los motores de combustión interna electrificados por las condiciones del mercado.












