BP no va bien y al mercado no le gusta: su cotización baja un 4%, tras los malos resultados del primer trimestre (menos ingresos y más beneficio, al tiempo que sube la deuda) y no cumplir lo esperado por los analistas. Además, acumula ya una depreciación del 33,6% en el último año, del 13,8% desde el pasado 1 de enero y del 20% en el último mes.

La petrolera británica ha visto descender sus ingresos un 4,2% en el primer trimestre, hasta unos 42.082 millones de euros. En esto ha influido el abaratamiento del petróleo, pues el barril de Brent ha pasado de situarse en casi 73 dólares a 65 dólares, así como la menor producción (en parte por las desinversiones) y el menor margen de refino.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha descendido hasta los 7.639 millones. El resultado subyacente ajustado por costes de reposición ha caído un 49%, a 1.214 millones. El beneficio neto atribuiblese ha hundido un 69,6%, a 604 millones. Pero ojo, porque la deuda neta ha aumentado un 12,3%, alcanzando los 23.702 millones.

La directora de Estrategia de BP y principal artífice de la desafortunada entrada en las energías renovables, Giulia Chierchia, dejará su cargo el 1 de junio, tras las presiones del fondo activista Elliott

Cabe recordar que BP reajustó su estrategia el pasado febrero (cifró la inversión en producción de petróleo y gas en unos 8.700 millones anuales y la redujo para la transición energética, al tiempo que planteó la revisión estratégica de Castrol -su negocio de lubricantes-) y “ya ha logrado avances significativos”, según ha referido el CEO, Murray Auchincloss. Entre ellos, está la puesta en marcha de tres proyectos relevantes, seis descubrimientos en exploración y las desinversiones. “Confío en que nuestros planes para fortalecer el balance general, reducir costes y mejorar el flujo de caja y la rentabilidad aumentarán el valor para los accionistas a largo plazo y fortalecerán la resiliencia de BP”, ha añadido. De cara al conjunto del año, la directora financiera de BP, KateThomson, prevé una inversión de capital de unos 12.744 millones de euros, así como más desinversiones y lograr unos ingresos de 2.600-3.500 millones-, con el fin de cumplir el objetivo de deuda neta 12.300-15.800 millones para finales de 2027.

Por si la situación no fuera lo bastante delicada, la semana pasada entró el fondo activista estadounidense Elliott Investment Management en el capital de la petrolera británica, con una participación del 5%. Al mismo tiempo, debe lidiar con la búsqueda de un nuevo presidente, porque Helge Lund anunció su adiós cuando sea el momento oportuno, “probablemente durante 2026”. Además, la directora de Estrategia de BP y principal artífice de la desafortunada entrada en als energías renovables, Giulia Chierchia, dejará su cargo el 1 de junio, tras las presiones de Elliott.

BP es el tercer operador de estaciones de servicio en España, tras Repsol y Moeve (antes Cepsa), y por delante de Galp. En nuestro país, su presidenta es Olvido Moraleda, que también preside la Asociación de la Industria del Combustible de España (AICE), el nuevo nombre que adoptó la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) la semana pasada.