Las cuentas trimestrales de Digi, publicadas este jueves, son muy significativas. Los ingresos del grupo aumentaron un 18,9%, hasta los 529,5 millones de euros, mientras los costes por operaciones se dispararon un 27,5% y alcanzaron los 506,3 millones, a los que hay que sumar los 26,1 millones de costes financieros, que fueron un 37,3% superiores a los de marzo de 2024.

El Ebitda ajustado del grupo rumano alcanzó los 170,6 millones de euros, un 4,6% más que un año antes. Al final, el beneficio de Digi fue de 8,7 millones, un 66% inferior al de marzo de 2024, cuando ganó 25,6 millones.

Esto es bello e instructivo porque la teleco presentó unas cifras récord de crecimiento en España al sumar más de 630.000 clientes entre enero y marzo, con más de 279.000 portabilidades netas, un 7% más que en 2024 y 164.000 altas netas de clientes de fibra. Digi cerró marzo con más de 9 millones de clientes, un 29% más que un año antes.

Los ingresos en nuestro país aumentaron un 22%, hasta los 217 millones. El Ebitda creció un 3% y alcanzó los 41 millones de euros. En el otro lado de la balanza, los costes aumentaron un 27,5% y alcanzaron los 176 millones.

De estas cifras se desprende que España sigue siendo un mercado clave para la compañía rumana y donde presenta un mayor Arpu (ingreso medio por usuario), aunque con tendencia a la baja. La teleco cerró marzo con un Arpu de 8,2 euros, un 6,8% inferior al del año anterior, aunque, como hemos señalado antes, es el más elevado del grupo.

En otras palabras, el modelo de crecimiento low cost de Digi se está agotando y deja a la teleco en posición de lista para la venta, aunque desde Digi insisten en que se trata de un proyecto industrial y que no hay ninguna intención de vender.