
El caos ferroviario no mengua en España. A las innumerables averías, incidencias (incluida la falta de suministro eléctrico en alguna catenaria) y retrasos, se suman los descarrilamientos día sí y otro también. Pero ya saben que para el ministro Óscar Puente “el tren vive en España el mejor momento de su historia”.
Hace unos días, hubo un descarrilamiento en la estación de Chamartín, en Madrid, que paralizó todo el tráfico ferroviario con origen y destino en dicha estación. Y este lunes, otro en Málaga, en concreto, un tren vacío que circulaba entre las paradas de Málaga Centro Alameda y Los Prados, según ha informado Adif. Esto ha provocado retrasos de entre 15 y 20 minutos en las líneas de Cercanías y de Media Distancia con partida o destino la ciudad de Málaga.
No hay que olvidar que ante el creciente caos ferroviario, hace un año, Renfe encontró una ‘solución’: sólo indemnizar los retrasos que sean iguales o superiores a una hora. Algo que no es baladí, y menos si se tiene en cuenta que el operador público ferroviario aún no ha vuelto a números negros en 2024 y que desde hace unos años debe afrontar la competencia en alta velocidad del francés Ouigo y el italoespañol Iryo.
Claro que a los descarrilamientos citados se suman otros, por ejemplo, el ocurrido en el madrileño túnel de Recoletos en diciembre de 2023,... apenas unas semanas después de que Puente se convirtiera en ministro de Transportes y Movilidad Sostenible. ¿No debería centrarse más en el caos ferroviario que en escribir tantos mensajes de tono político en la red social X (antes Twitter)?