El plan consiste en reducir, más que la plantilla, los servicios centrales. La propuesta de la Dirección a los sindicatos de El Corte Inglés (ECI) consiste en prejubilar -siempre mala cosa, pues supone enterrar experiencia- a 500 empleados de entre 59 y 62 años, con un 60% del salario. Y lo más importante: trasladar de servicios centrales a los centros, de oficina a tienda, a otros 1.800. Total 2.300. La idea es buena y la pregunta es la siguiente: ¿Por qué no se hizo antes?

Legalmente, la Dirección puede abordar traslados si existen razones lógicas de producción. El trabajador puede rechazarlo, pero entonces... 

En cualquier caso, la idea no es mala. Los servicios centrales de El Corte Inglés están hinchados, tanto los de la central madrileña como los regionales. Son muchos años y se ha ido generando una cierta burocracia cuyo personal, ahora, se trata de poner a vender, un trabajo un poco más duro y donde, en principio, no hay mejoras salariales.

Pero, aún más importante es lo que la medida representa: que El Corte Inglés sigue con su dieta permanente. Ahora mismo la plantilla apenas supera los 80.000 mientras los empotrados, empleados directos ajenos, trabajadores de las marcas que venden en los centros de ECI, apenas superan los 23.000, cuando llegaron a rozar los 50.000.