Cinco meses largos lleva Marc Murtra al frente de Telefónica y el mercado sigue a la espera de un plan estratégico, cuya presentación está prevista para el segundo semestre del año.
Los inversores quieren conocer el rumbo que guiará a la compañía durante los próximos años, la dinámica que quiere imprimir Marc Murtra, más allá de las desinversiones en Hispanoamérica, (desinversiones que ya venía plantándose desde hace tiempo para seguir con el proceso de reducir deuda) para centrarse en sus cuatro principales mercados que son España, Reino Unido, Brasil y Alemania. De momento, la cotización de la operadora española se acomoda al buen tono que presentan las Bolsas en general, y en lo que llevamos de año, sube un 14%. En los últimos 12 meses, un 16%.
Bien es cierto, que su evolución se vio afectada por lo ocurrido en los mercados tras el anuncio de Donald Trump sobre la aplicación de aranceles, el pasado 2 de abril.
Y, si el día 3 los títulos de Telefónica valían 4,47 euros, seis días después cotizaba en los 3,89. El 10 de abril, empezó la remontada, como ocurrió con el mercado en general hasta los 4,55 euros de hoy.
Su capitalización ronda los 26.000 millones, y se sitúa en medio de la tabla por valor bursátil entre sus homólogas europeas. Así que, en caso de fusiones (de las que tanto se habla últimamente), ¿qué papel tendría la compañía española? Pues habría qué ver el tamaño de la segunda en cuestión.
Quien lidera el ranking es Deutsche Telekom con 155.000 millones de euros (y que siempre le ha ‘hecho ojitos’ a Telefónica); Orange supera los 35.000; Vodafone, capitaliza por 23.000 millones, y British Telecom lo hace por 21.700 millones.
Dicen los expertos que las acciones de Telefónica tienen poco margen de mejora. Barclays, con la recomendación de mantener, le da un precio objetivo de 4,7 euros, el mismo que le otorga el banco alemán LandesBank Baden, y por encima del consenso de Reuters que sitúa sus acciones en los 4,24 euros.
Renta 4, que también recomendaba mantener con un precio objetivo de 4,50 euros por acción, se ha referido la operación de VMO2 UK, la filial conjunta de Telefónica y Liberty Global en el Reino Unido que ha comprado, por 400 millones de euros, 78,8 megahercios (MHz) de espectro radioeléctrico a Vodafone, lo que supone hacerse con el 30% de la frecuencia de telefonía móvil del país.
Dicen los expertos que las acciones de Telefónica tienen poco margen de mejora. Barclays, con la recomendación de mantener, le da un precio objetivo de 4,7 euros, el mismo que le otorga el banco alemán LandesBank Baden, y por encima del consenso de Reuters que sitúa sus acciones en los 4,24 euros
Renta 4 opina que mejorará su posición competitiva en el mercado móvil “al poder dar un servicio de mayor calidad y velocidad”.
Y, cuando se habla de Vodafone, nos vienen a la cabeza las recientes palabras de Marc Murtra: “lo que está apareciendo publicado en algunos medios de comunicación sobre la compra de Vodafone por parte de Telefónica es especulación”. Pero esto no es una negativa, sino más bien la estrategia habitual cuando se tiene entre manos una gran operación en la que, el silencio es una obligación para no influir en las valoraciones del mercado, ni dar pistas a los competidores.
Más allá de especulaciones, a las que se refiere Murtra, nos preguntamos si tiene sentido una fusión con Vodafone.
Sentido sí tiene, para los expertos que hemos consultado. Otra cosa es si sería viable. “Ambas comparten desafíos como la reducción progresiva de deuda, la búsqueda de sinergias para hacerlas más eficientes o la dificultad de entrar en nuevos mercados…”, opina Joaquín Robles, analista de mercados de Banco Big, para añadir que se trataría de una operación que se podría producir, pero que implicaría muchos problemas desde el punto de vista regulatorio. “De hecho, si algo llevan exigiendo este tipo de compañías de telecomunicaciones es una mayor facilidad por parte de los reguladores para poder acometer fusiones”.
Insiste Robles en el inconveniente “importante” que supondría para el regulador la cuota tan elevada que tienen tanto Vodafone como Telefónica, en determinados mercados, “lo que dificultaría la integración por temas de competencia”.
“Una reforma de la normativa europea facilitaría fusiones para crear campeones europeos con la escala necesaria para competir globalmente, invertir en tecnologías como 5G, 6G e inteligencia artificial, y reducir la dependencia tecnológica de potencias extranjeras. Una normativa más proclive a las grandes fusiones sería un gran catalizador para el sector”, señala Antonio Castelo, analista de iBroker Global Markets.
Cinco meses largos lleva Marc Murtra al frente de Telefónica y el mercado sigue a la espera de un plan estratégico, cuya presentación está prevista para el segundo semestre del año
No debemos olvidar que, la presencia del Estado en el accionariado de algunas compañías europeas, como es Telefónica, complica este tipo de operaciones. La clave estará en cómo Telefónica gestione las tensiones entre su ambición de liderazgo europeo y las limitaciones impuestas por el contexto político (nacional) y regulatorio.
La sugerencia de una fusión con Vodafone Europa, “se alinearía con la visión expresada en varias ocasiones por Marc Murtra en cuanto a posicionar a Telefónica como un actor clave en la consolidación del sector europeo”, explica Castelo…pero chocaría, añado yo, con lo dicho por Murtra en su primera Junta como presidente de Telefónica al insistir en que quiere iniciar la consolidación del sector europeo desde España con compras o fusiones internas como punto de partida.
Respecto a las sinergias, son muy importantes en este caso por los mercados compartidos. Telefónica y Vodafone operan en Reino Unido (a través de VMO2), Alemania y España, lo que permitiría optimizar redes, reducir costes operativos y compartir inversiones en 5G y fibra óptica. “Por ejemplo”, apunta Castelo, “ambas compañías ya tienen un acuerdo de espectro en Reino Unido que fortalece su posición en el mercado mayorista”.
Hablamos, además, de una fusión que crearía un gigante con una capitalización combinada superior a los 44.000 millones de euros, “capaz de financiar grandes inversiones tecnológicas y competir con empresas como AT&T o China Mobile”.
¿Desafíos? Pues, el de la deuda, tal y como apuntaba Joaquín Robles. “Aunque Telefónica ha reducido su deuda en los últimos años, podría volver a superar los 30.000 millones de euros con esta operación, un nivel considerado psicológicamente crítico por los analistas. Esto podría generar preocupación entre inversores, especialmente después de los esfuerzos de los últimos años por sanear las finanzas”.
A marzo de 2025, la deuda financiera neta de Telefónica se situaba en los 27.049 millones de euros, tras reducirse en 112 millones, gracias a la venta de su filial Argentina, por algo más de 1.000 millones.
Una fusión con Vodafone Europa, se alinearía con la visión expresada en varias ocasiones por Marc Murtra en cuanto a posicionar a Telefónica como un actor clave en la consolidación del sector europeo pero chocaría con lo dicho por Murtra en su primera Junta como presidente de Telefónica al insistir en que quiere iniciar la consolidación del sector europeo desde España
En el caso de Vodafone, a 22.400 millones de euros asciende su pasivo a 31 de marzo, frente a los 33.242 millones del anterior periodo fiscal, “fruto del proceso de reestructuración y de la rotación de activos emprendido por la operadora”. Hablamos de la venta de Vodafone España, por 5.000 millones de euros, de Vodafone Italia, por 7.900 millones de euros, y de un 10% de participación en Oak Holdings por 1.300.
La operadora viene de un proceso de saneamiento liderado por Margherita Della Valle que lleva dos años consejera delegada de Vodafone Group.
En lo que va de año, la británica sube un 14%. Se sitúa en máximos de 2025, y también en máximos de los últimos doce meses. Hoy cotiza en las 78,54 libras.