Todos contra Trump, y Trump contra el mundo…salvo cuando se trata de China porque está claro que para ambos lados del Atlántico, el país se contempla como un rival comercial al que hay que poner coto.

Es decir, que, si el libre comercio no ha servido para que Europa y Estados Unidos puedan competir con China, en igualdad de condiciones, habrá que cambiar las reglas del juego.

¿Qué ha pasado? Pues que la guerra comercial entre Estados Unidos y China, con aranceles del 10% a los productos chinos, centró el foco, aunque por unas horas, en los pedidos de pequeñas compras, o compras baratas. 

El servicio postal estadounidense paralizó temporalmente la entrada de paquete "de minimis" (compras inferiores a 800 dólares) procedentes de China y Hong Kong, que hasta ahora estaban exentos de aranceles.

Trump tiene en el punto de mira a dos empresas chinas con nombre y apellido:  Shein y Temu, gigantes del comercio eléctrónico que han levantado todo un imperio aprovechando las exenciones de impuestos

Fue tal el caos, que la medida tuvo que ser levantada a la espera de que se pueda aplicar de una manera eficaz y “menos lesiva para buen funcionamiento de este servicio público”.

La decisión anunciada por Trump tenía en el punto de mira a dos empresas chinas con nombre y apellido:  Shein y Temu, gigantes del comercio eléctrónico que han levantado todo un imperio aprovechando las exenciones de impuestos.

Shein se especializa en la “fast fashion”, o ‘moda rápida’ es decir, que tiene la capacidad de ofrecer las últimas tendencias en tiempo récord respecto a sus competidores. Temu tiene una estrategia parecida con ofertas de productos más amplias: vende ropa, pero también, por ejemplo, artículos de bricolaje.

Según la CNN, Shein facturó en Estados Unidos 36.500 millones de dólares en 2023, más que Inditex, por ejemplo.

En paralelo, y también ayer, la Comisión Europea daba un paso más en su estrategia de ejercer mayor control sobre los gigantes chinos del comercio electrónico, en concreto, sobre estas dos plataformas que están siendo investigadas por la Comisión. Los organismos de supervisión europeos ‘aprecian’ prácticas de competencia desleal. 

Bruselas quiere imporner tasas aduaneras, es decir, aranceles a aquellos envíos inferiores a 150 euros, que actualmente están exentos

Además, tanto Shein como Temu podrían estar engañando a los consumidores al ofrecer falsos descuentos, y promover compras masivas y rápidas simulando sobre el fin de existencias de determinados productos.

Prácticas comerciales muy agresivas que quiere frenar Bruselas imponiendo tasas aduaneras, es decir, implantando aranceles a aquellos envíos inferiores 150 euros, que actualmente están exentos.

En el comunicado de la Comisión Europea, emitido ayer, se dice que "el año pasado, alrededor de 4.600 millones de envíos de escaso valor, no superior a 150 euros, entraron en el mercado de la UE (unos 12 millones de paquetes diarios)."

Shein, con sede en Singapur y fundada en 2008, estaría diversificando su estrategia y abriendo almacenes en EEUU y también contratando a trabajadores. Y, aunque casi un 80% de productos se producen en China, la empresa cuenta con proveedores en Brasil y Turquía, según la agencia Reuters.

Temu, propiedad del gigante chino PDD Holdings, y fundada en Boston y cuyo lema es “compra como un millonario”, con el 90% de sus productos enviados desde China, ya ha comenzado a almacenar parte de su mercancía en Estados Unidos.