Récord de viajeros el que se espera para esta Semana Santa y, de ocupación, que es lo que interesa y marca la trayectoria de la compañía que nos ocupa. Si el año pasado, el turismo tocó máximos, y se recuperaron niveles pre pandemia, todo apunta a que 2024 va a ser mejor, salvo acontecimientos inesperados (que todo puede ocurrir, tal y como está el panorama)

Y la compañía que nos ocupa, como digo es Meliá que ha sabido pulir su estrategia para capear el entorno (cuando venían mal dadas) y aprovechar el viento de popa que empuja al sector.

No en vano es el máximo exponente entre las cotizadas del gremio. En lo que va de año sube un 22% y en los últimos 12 meses cerca de un 34%.

Va camino de recuperar los precios de enero de 2020 (8,14 euros). Hoy sus títulos se compran y se venden por 7,27 euros

La empresa que pilota Gabriel Escarrer Jaume cerró un buen 2023: aumento de los ingresos del 14,2%, hasta los 1.932,2 millones de euros, un Ebitda de 489,8 millones, un 13,7% superior al del año anterior…, aunque la deuda, que se redujo en 60 millones, sigue siendo alta (2.613,1 millones de deuda neta). “El apalancamiento de Meliá es elevado, con un ratio deuda neta/Ebitda de más de 5 veces, pero con perspectivas de ubicarlo en 2,5 veces para finales de este año”, explica Javier Cabrera, analista de XTB

El grupo prepara movimientos similares al acordado con el Santander en establecimientos de México y la República Dominicana que “previsiblemente”, aseguran los expertos, “supondrá alrededor de 100 millones de euros

Meliá se enfrenta, este año, a vencimientos por unos 1.000 millones. “A pesar de que el turismo sigue fuerte y se espera una temporada mejor a la del año pasado, los inversores están sopesando la posibilidad de nuevas desinversiones para reforzar la liquidez”, añade Cabrera.

El propio Escarrer hablaba hace pocas semanas de una política de desinversiones que se concretará en ventas de participaciones a nuevos socios, con el objetivo de “acomodar los compromisos financieros del grupo” y aligerar el pasivo.

Es decir, que ha reinventado el 'modelo de las muñecas rusa' para adaptarlo a sus necesidades: me deshago de participaciones pero sigo controlando el imperio hotelero

En este sentido, acaba de cerrar un acuerdo con el Santander por el que le ha vendido a la entidad el 38,2% de tres hoteles de lujo en Londres, Tenerife y Menorca por 300 millones. Un acuerdo que sus títulos celebraron con subidas del 12%. Es como el sistema de la muñecas rusas, que inventara el famoso Carlo de Benedetti, sólo que para reducir deuda. Pero debería correr más: el apalancamiento Meliá continúa siendo elevado. 

El grupo hotelero negocia, en estos momentos, movimientos similares en establecimientos de México y la República Dominicana que “previsiblemente”, aseguran los expertos, “supondrá alrededor de 100 millones de euros”.

Y, ¿esto funciona? Pues al parecer sí...pero si le metes marcha al asunto, o sea, si lo haces rapidito. Así que, Gabriel, no te queda más remedio que pisar el acelerador.

En lo que va de 2024, Meliá sube un 22% y, en los últimos 12 meses, cerca de un 34%

Pero no sólo dar entrada a inversores es su prioridad para equilibrar balance sino también ser un negocio asset light, lo que significa que se centrarán en ampliar la gestión hotelera y buscar nuevas oportunidades de crecimiento, pero no con activos propios. 

“El negocio de Meliá”, explica el analista de XTB, “se basaba en la gestión de hoteles en propiedad, que eran de la compañía. Sin embargo, desde hace unos años están migrando a un negocio en el que el foco se ponga en la gestión de hoteles de terceros, cobrando por esa misma gestión y no teniendo el activo en el balance. De esta manera, la expansión es mucho más sencilla, porque no tienes que endeudarte o usar recursos propios para comprar nuevos establecimientos, sino que estas inversiones las realizan otros y Meliá únicamente gestiona”. 

Pendiente tiene también, la empresa mallorquina, de mejorar la ocupación que sigue aún por debajo de los niveles históricos. En concreto, en el 2023 se situó en el 58,74%, frente al 65% que consiguió en 2019. 

Aun así, su cartera de activos, sigue siendo muy atractiva y le permitirá impulsar su valor en Bolsa, tal y como ocurrió cuando anunció su acuerdo con el Santander un hecho puntual que no exime a la compañía de seguir aplicando medidas como la vuelta al dividendo o la recompras de acciones que generen valor para el accionista. “Además, sigue enfrentándose a la dura competencia de alquileres turísticos, por lo que se tendrá que centrarse en dar un servicio de alto valor añadido”. 

Hace poco más de nueve meses, en junio de 2023, que Meliá cerro su proceso de sucesión. La familia Escarrer anunciaba la renuncia de su fundador, Gabriel Escarrer Juliá (88 años, nacido en Porreras, un pueblo de Mallorca), como presidente del grupo hotelero, y su inmediato nombramiento como presidente de honor, en un hecho relevante remitido a la CNMV.

El apalancamiento de Meliá es elevado, con un ratio deuda neta/Ebitda de más de 5 veces, pero con perspectivas de ubicarlo en 2,5 veces para finales de este año

Su hijo, Gabriel Escarrer Jaume, que ya era CEO de Melíá, asumía la presidencia y afianzaba su poder ejecutivo en el grupo.

Gabriel Escarrer Juliá, con 21 años recién cumplidos, abrió en su Mallorca natal un que el pequeño hotel de 60 habitaciones. 70 años después, ese pequeño establecimiento se ha convertido en Meliá Hotels International, con cerca de 350 hoteles y más de 90.000 habitaciones.

Con la segunda generación al mando, la familia sigue siendo la principal accionista del grupo ya que controla el 49,418% a través de tres sociedades (Hoteles Mallorquines Agrupados, Hoteles Mallorquines Asociados y Hoteles Mallorquines Consolidados -en esta última son apoderados los seis hermanos Escarrer Jaume-), y del 5,387% de Escarrer Juliá.

Accionista de referencia es también el fondo canadiense Alpha Global Capital Managament que controla el 13,225%