Una vez más -y ya van muchas-, en Hispanidad, toca hablar de la burbuja especulativa con las energías renovables que hay y que no para de crecer por los españoles y los extranjeros. Asimismo, es una burbuja doble: por un lado, múltiples compañías del sector cotizan en bolsa donde se anotan sonoras alzas y caídas (por ejemplo, Solaria); y por otro, se dan operaciones de compra y venta donde abundan los fondos dispuestos a sacar rédito, pero también las energéticas extranjeras. Los últimos ejemplos, llegan de la española OPDE, que trece meses después de cancelar su debut bursátil quiere retomarlo; y de la eléctrica danesa Orsted, que aterriza en solar y eólica terrestre en España.

No se puede olvidar dentro de esta doble burbuja especulativa con las renovables que también aumenta el peligro chino en el sector con China Three Gorges (CTG) realizando su mayor compra (619 megavatios -MW-) hasta ahora, algo que no hace gracia en Bruselas. Y es que todos, españoles y extranjeros, quieren aprovechar el boom por las renovables que se vive en Europa, tras estallar la guerra en Ucrania con el objetivo de dejar de depender energéticamente de Rusia.

Dentro de esta doble burbuja especulativa con las renovables que también aumenta el peligro chino en el sector con China Three Gorges (CTG) realizando su mayor compra (619 MW) hasta ahora, algo que no hace gracia en Bruselas

OPDE (o también llamada Opdenergy) es un productor independiente de energía que surgió en nuestro país en 2005; se dedica a la solar fotovoltaica y la eólica terrestre, así como a sistemas híbridos de ambas energías y sistemas de almacenamiento. Cuenta con 584 MW en operación repartidos entre España, Italia, Reino Unido, México, Chile y EEUU, a los que se suma una cartera de proyectos de más de 10.000 MW. Sus accionistas son Gustavo Carrero (42,18%), Alejandro Javier Chaves (42,18%) y Francisco Javier Remacha (15,64%); y el CEO es Luis Cid desde hace más de cinco años.

En 2021, se avecinaba un aluvión de salidas a bolsa de compañías de renovables, pero no se dio en la dimensión que se preveía al inicio del año. A principios de abril, Opdenergy, cargada con mucho optimismo, preveía una valoración de 1.000 millones de euros al debutar en el parqué, superior a la que estimaba Ecoener (entre 500 y 800 millones). Sin embargo, casi un mes después, todo cambió: la compañía decidió cancelar su salida a bolsa, tras el fatídico estreno de Ecoener (-16%), siendo la tercera que lo hacía en lo que iba de año. Eso sí, oficialmente el motivo fueron “las inestables condiciones de los mercados en su conjunto y para las compañías de energías renovables”, según informaron a la CNMV en un documento firmado por Luis Cid.

OPDE surgió en 2005 y se dedica a la solar fotovoltaica y la eólica terrestre, así como a sistemas híbridos de ambas energías y sistemas de almacenamiento; y cuenta con 584 MW en operación. Sus accionistas son Gustavo Carrero, Alejandro Javier Chaves y Francisco Javier Remacha (15,64%); y el CEO es Luis Cid

El fatídico estreno bursátil de Ecoener frenó el aluvión de salidas a bolsa de las renovables, pero no fue suficiente para detener los planes de Acciona, que lanzó su filial verde (Acciona Energía) al parqué el 1 de julio. Y parece que los Entrecanales acertaron porque Acciona Energía acumulaba una revalorización del 21% hasta mediados del pasado mayo y que actualmente alcanza el 30%. Mientras Ecoener, que debutó el 4 de mayo de 2021 a 5,9 euros, se estrenó con un batacazo (-16,67%) y ahora aún acumula una depreciación del 5%, tras trece meses de muchos vaivenes. 

Ahora OPDE vuelve a retomar los planes de salir a bolsa, trece meses después de cancelarlos (su debut estaba previsto para el 7 de mayo de 2021), cuando tenía fijado el objetivo de lograr 400 millones en una ampliación de capital, para después alcanzar una valoración de hasta 1.600 millones. Y parece que tiene algo de prisa, porque quiere cotizar antes del próximo 15 de julio, según informa Cinco Días, aunque ha reducido notablemente sus expectativas: quiere captar entre 150 y 200 millones de euros a través de una ampliación de capital y debutar en el parqué con una valoración de entre 600 y 800 millones.

Paralelamente, Orsted, la mayor eléctrica de Dinamarca, anuncia su aterrizaje en eólica terrestre en España, destacando que es “uno de los mayores mercados de energías renovables de Europa”. Lo hace con la creación de cuatro alianzas locales con las compañías Glide Energy, Rolwind, ARBA Energías Renovables y Ereda, que respaldarán el desarrollo de proyectos y la prestación de los servicios necesarios; y estableciendo una delegación en Madrid.

Orsted ya tiene una alianza con Repsol en eólica marina flotante y ahora crea ahora cuatro alianzas con Glide Energy, Rolwind, ARBA Energías Renovables y Ereda para desarrollar proyectos eólicos y solares fotovoltaicos terrestres. Quiere aprovechar que el Gobierno se ha propuesto generar un 70% de la energía a partir de renovables antes de 2030

Sus socios locales tienen amplia experiencia en desarrollo y construcción de proyectos renovables; mientras Orsted cuenta con proyectos terrestres en desarrollo, construcción y operación en Irlanda y Reino Unido, y una gran cartera en EEUU, con el objetivo de alcanzar los 17.500 MW de capacidad instalada antes de 2030. Con esta unión, a corto plazo, buscan desarrollar proyectos eólicos y solares fotovoltaicos terrestres, de cara a participar en las próximas subastas previstas para finales de año, y poder iniciar la construcción de parques; y a largo plazo, la ambición es lograr un portfolio de varios gigavatios renovables y de almacenamiento a gran escala que puedan comercializarse a través de subastas gubernamentales o de diferentes acuerdos tipo PPA.

Por cierto, Orsted no es una desconocida en España, pues el pasado abril, se anunció su alianza con Repsol en energía eólica marina flotante para explorar nuevas oportunidades y crecer en esta energía. Ahora suma las alianzas en solar fotovoltaica y eólica terrestres, dispuesta a aprovechar que el Gobierno Sánchez se ha propuesto generar un 70% de la energía a partir de fuentes renovables antes de 2030 y alcanzar el 100% antes de 2050. Y no hay que olvidar las declaraciones de Javier Arriola, director de la región norte de Iberdrola, quien ha destacado que mientras la eólica terrestre y la fotovoltaica ya son competitivas, aunque requieren altos volúmenes de inversión, la eólica marina y la flotante “aún no son competitivas”. De hecho, cree que la eólica flotante “es una tecnología con recorrido y habrá que esperar a 2040 para que sea competitiva”... así que habrá que tener paciencia.