BP ha sufrido notablemente en sus resultados de 2024, debido principalmente a los menores márgenes de refino y precios de crudo y gas. Por ello, ha ingresado menos y se ha hundido su beneficio un 97,5%. Eso sí, en bolsa, no ha recibido un gran castigo de los inversores (la cotización desciende un 1,2%), pues le dieron uno más fuerte cuando presentó las cifras de los nueve primeros meses (su acción entonces cayó un 4%).
En 2024, la petrolera británica ha tenido unos ingresos de 188.695 millones de euros, lo que supone un 8,6% menos que el año anterior. Asimismo, se ha anotado un impacto negativo antes de impuestos de 9.016 millones, incluyendo ajustes y amortizaciones. Por su parte, el beneficio neto atribuido se ha hundido un 97,5% respecto al del año anterior, hasta 369 millones; y el resultado subyacente ajustado por costes de reposición ha caído un 35,6%, a 8.643 millones. Y por si lo anterior no fuera suficiente, la guinda al pastel es la deuda neta, que ha aumentado un 10%, hasta 22.296 millones.
En los resultados anuales, los del cuarto trimestre han aportado poco. Los ingresos descendieron un 8,5%, a 46.622 millones. Por su parte, el resultado subyacente ajustado cayó un 61%, a 1.133 millones; y el resultado neto ha arrojado unas pérdidas de 1.899 millones.
No obstante, Murray Auchincloss, consejero delegado de BP, ha señalado que “en 2024, sentamos las bases para el crecimiento”, que ha sido su primer año al frente. Pero ojo, este año tampoco empieza bien para la petrolera británica porque prevé menor producción para el primer trimestre, tras las desinversiones en Egipto y Trinidad; así como márgenes de combustibles sensibles al coste de suministro e impacto de la fortaleza relativa del dólar.
Además, BP le hace un guiño al presidente de EEUU, Donald Trump, como Google y Chevron: ya ha empezado a usar el nombre de Golfo de América, en vez de Golfo de México.