El tamaño ya no importa en la banca española. El caso es que hemos pasado de encadenar fusiones y adquisiciones buscando economías de escala y reducción drástica de plantillas -camuflado con las llamadas sinergias- a registrar beneficios récord, que no extraordinarios.

Lo dijo el consejero delegado del Santander, Héctor Grisi, el miércoles: “No queremos ser el banco más grande donde operamos, sino el más rentable”.

César González-Bueno, CEO del Sabadell, se manifestó en esta línea el jueves y aseguró que, aunque quisieran comprar, el problema es que actualmente no hay bancos en venta. Lógico, en cuanto el precio del dinero se ha normalizado, el negocio típicamente bancario ha recuperado su esplendor y nadie necesita fusionarse, ni mucho menos ser absorbido.

En definitiva, ser un banco grande no es garantía de nada y ser el más grande, tampoco. Por ejemplo, el francés BNP Paribas, el mayor banco de la eurozona por activos, ganó 10.975 millones de euros en 2023, un 11,4% más, y eso está muy bien, pero el día que presentó los resultados -jueves 1 de febrero-, la cotización se desplomó un 10% al inicio de la sesión por sus débiles previsiones de rentabilidad, consistentes en alcanzar el 12% de Rote (rentabilidad sobre patrimonio tangible) del 12% en 2026, lo que no deja de ser un brindis al sol y la constatación de que la rentabilidad actual está por los suelos.

Si miramos al mayor banco alemán, la cosa no cambia mucho. Deutsche Bank ganó un 16% menos en 2023 (4.212 millones de euros) a pesar de ingresar un 6% más, hasta los 28.879 millones. El mayor banco alemán anda muy retrasado en cuanto a rentabilidad se refiere, ya que cerró diciembre de 2023 con un Rote del 7,4%, frente al 9,4% del año anterior. Muy mal. De hecho, la entidad ha anunciado un ajuste de plantilla de 3.500 empleados.

Claro, si miramos la rentabilidad de los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, nos damos cuenta de dónde estamos respecto a los grandes bancos europeos. El primero, que preside Ana Botín, cerró 2023 con un Rote del 15,1%, mientras que el BBVA de Carlos Torres lo hizo con un Rote del 17%. En ambos casos, muy por encima del francés BNP Paribas y del alemán Deutsche Bank.