Hay quien se rasgó las vestiduras afirmando que el Banco de España ha perdido su independencia frente al Gobierno, tras el episodio chusco del no-nombramiento de Antonio Cabrales como consejero de la institución, en representación del Partido Popular.

La verdad es que la independencia del Banco de España depende de la independencia de su gobernador y del hecho de que, salvo que meta la mano en la caja o asesine a su secretaria, el gobierno no puede cesarle. Puede nombrarle, pero no cesarle. 

Además, el pacto no escrito al que se refieren tan sesudos comentaristas ya fue roto por los socialistas, cómo no, por el señor Zapatero, cuando nombró a Miguel Angel Fernández Ordóñez como gobernador sin permitir que el primer partido de la oposición nombrará a su gobernador. Ese era el pacto real, no escrito. 

Lo que ha sucedido ahora es que el Gobierno ha vuelto a tomarle el pelo al PP: nombra consejero del Banco de España, en nombre del PP, a un economista ajeno al PP, Antonio Cabrales, y los de Génova se enteran a posteriori que había firmado un manifiesto en favor de la prófuga indepe catalana, Clara Ponsatí-Obiols.

Para demostrar que Moncloa no politiza las instituciones, la consejera que representará al PSOE será Judit Arnal... la jefe de Gabinete de Nadia Calviño

El acabose: para demostrar que Moncloa no politiza las instituciones, la consejera que representará al PSOE en ese Consejo de la Banco de España será Judith Arnal... la jefe de Gabinete de Nadia Calviño. ¡Toma ya! Esa es la ventaja del PSOE frente al PP: un socialista nunca desprecia un cargo bien pagado.

Resumiendo: Sánchez es malo, Feijóo es tonto. Cuidado, señor Feijóo, no vaya a hacer realidad la máxima que reza así: "prefiero el malo al tonto, porque el malo descansa”.