El negocio de banca privada ya no es lo que era, al menos para las entidades extranjeras tradicionales, que en su día aterrizaron en España para hacerse con las finanzas de la clase alta. Ahora, esas entidades están de retirada. Primero fue UBS, que ha vendido su negocio a Singular Bank, que dirige el ex CEO del Santander, Javier Marín.

El siguiente en marcharse será BNP Paribas. El banco francés ha puesto a la venta su negocio de banca privada y patrimonios en nuestro país, según Expansión. El objetivo es desprenderse de los clientes cuyo patrimonio esté por debajo de los 10 millones de euros. Antes, bastaba con 1.000 clientes de 10 millones; ahora buscan 10 clientes de 1.000 millones, que generan más comisiones y son, por tanto, mucho más rentables. En el caso de BNP, solo el 20% de los clientes son ultra-ricos, pero suponen la mitad del volumen gestionado por el banco.

Lo cierto es que las grandes entidades de banca privada están a la caza captura de las grandes fortunas mundiales y en esa búsqueda han puesto el ojo en los paraísos fiscales… civilizados, naturalmente. Hablamos de destinos como Holanda, Luxemburgo o Singapur.

BNP Paribas, cuya sede histórica en nuestro país está en un palacete situado junto a la embajada de EEUU, en Madrid, es la quinta entidad internacional por volumen de activos en nuestro país, con un total de 9.000 millones de euros gestionados. Además de en Madrid, tiene oficinas en Barcelona, Valencia y Bilbao. En Europa, sin embargo, BNP Wealth Management es la firma número uno en banca privada, con unos 400.000 millones de euros gestionados.