Alstom emple a más de 3.100 personas en España y también ha fabricado el Ouigo (el AVE 'low cost' de SNCF que compite con los de Renfe y el Iryo)
Alstom recibe aplauso bursátil (su cotización sube un 6%), tras reducir pérdidas y elevar resultado operativo en su primer semestre fiscal (abril a septiembre), por lo que parece que ha empezado mejor este ejercicio fiscal que el anterior (el cual cerró con números rojos de 173 millones de euros). Y eso que aún le queda tiempo para acabar de digerir la compra del negocio de trenes de Bombardier y su integración, que va progresando.
El fabricante ferroviario francés ha tenido unas pérdidas de 21 millones entre abril y septiembre, frente a las de 26 millones de hace un año, pues le sigue afectando la citada compra. Por su parte, el resultado operativo ajustado ha crecido un 18%, a 397 millones, aunque el margen operativo sólo ha subido cuatro décimas, hasta el 4,9%. Además, la facturación ha ascendido a 8.048 millones (+8%).
La mejora de resultados no es baladí para España, donde tiene más de 3.000 empleados repartidos en 27 centros (destacando cuatro grandes centros de innovación y cuatro fábricas -entre ellas, la de Trápaga (Vizcaya), Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) y Getafe (Madrid)-)
“La dinámica del mercado sigue muy positiva, sostenida por clientes que confirman sus planes de inversión en todas las regiones”, ha destacado su presidente y CEO, Henri Poupart-Lafarge. “Nuestro desempeño operacional está en mejora continua a medida que progresamos en la integración de Bombardier Transport”, ha añadido.
Y por cierto, la mejora de resultados no es baladí para España, donde tiene más de 3.000 empleados repartidos en 27 centros (destacando cuatro grandes centros de innovación y cuatro fábricas -entre ellas, la de Trápaga (Vizcaya), Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) y Getafe (Madrid)-), y anunció la contratación de 7.500 empleados en todo el mundo este año. Eso sí, sigue en pérdidas, no como los fabricantes ferroviarios españoles (CAF y Talgo) que tienen beneficios, a pesar de que han sido bastante menores. Además, Alstom merece un pequeño tironcillo de orejas por ser el fabricante del Ouigo, el AVE low cost que opera SNCF y que entró a competir con Renfe en nuestro país con la liberalización de la alta velocidad.