Podemos nació del 15M, un movimiento presuntamente espontáneo que surgió -15 de mayo de 2011- de la indignación general por los recortes sociales tras la crisis económica. Como recordarán, aquello derivó en un camping en la Puerta del Sol de Madrid, un enclave privilegiado para acampar con los amigos: tienes de todo y está muy bien comunicado.

Podemos llegó para acabar con la corrupción del bipartidismo PP-PSOE. Hablamos del año 2014, cuando el partido de Pablo Iglesias logró sus primeros cinco escaños en Europa. Solo han pasado cinco años y medio desde entonces, y la formación morada ya concentra lo peor del bipartidismo: la financiación ilegal del partido (el caso Filesa en el PSOE), los sobresueldos en B (Bárcenas en el PP), el cobro de comisiones ilegales (caso Gürtel en el PP) y algo de cosecha propia: la escolta que le calentaba el coche a Irene Montero. Todo presunto, naturalmente.

Y todo esto envuelto, también presuntamente, en un caso morboso de acoso sexual, personificado en el ex abogado de Podemos, José Manuel Calvente, que acudirá a la justicia en las próximas horas para, por un lado, informar de las irregularidades dentro del partido y, por otro, para defenderse de las acusaciones de acoso sexual-laboral que han vertido sobre él desde el aparato. 

“Sí, es rotundamente falso (que le hayan expulsado por acoso laboral y sexual). Esto forma parte de esta campaña que están realizando para ocultar las irregularidades que estábamos investigando. Yo tengo pruebas documentales -que me han enviado- de la implicación de las personas contra las que me voy a querellar”, señaló Calvente la semana pasada en una entrevista en Onda Cero.

Todo esto sucede en plena negociación con los separatistas catalanes para la investidura de Pedro Sánchez. Iglesias tiene prisa. Quiere ser vicepresidente cuanto antes, pero ERC ya ha descartado este lunes la formación de gobierno antes de Navidad. La cosa se podría retrasar, incluso, hasta después de Nochevieja. En cualquier caso, tranquilos: el ejército mediático afín a Sánchez no dejará que los escándalos de Podemos enturbien el momento.