• La presidenta andaluza califica la fallida reforma del aborto del PP como "cruel e insensible" porque atenta "contra los derechos y las libertades de las mujeres".
  • Es decir, que para Díaz, la mujer que mata a su propio hijo, en su propio seno, está ejerciendo un derecho.
  • No admite otra cosa que la enseñanza e intenta reducir los conciertos para asfixiar económicamente a los colegios religiosos.
  • Este año, el Supremo recriminó a la Junta que suprimiera clases de un colegio concertado cuando existe un número suficiente de alumnos para mantenerlas abiertas.
En medio de la crisis de poder que vive el PSOE, la secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se ofreció a "coser, a unir a restablecer la fraternidad" en el partido. Vamos, que se ofreció a liderarlo. Pero, ¿cómo se adecúa Díaz a los principios no negociables: vida, familia, libertad de enseñanza para los padres y bien común? En diciembre de 2013, cuando el entonces ministro de Justicia del PP, Alberto Ruiz Gallardón, planeaba una reforma de la ley del aborto para hacerla más restrictiva -aunque al final, como se sabe, el PP no la llevó a cabo- la también entonces presidenta de la Junta de Andalucía anunció que el Gobierno andaluz "no descartará ningún instrumento jurídico, incluido el recurso al (Tribunal) Constitucional" contra la "cruel e insensible" ley del aborto que está promoviendo el Gobierno central, recogió entonces Europa Press. Se trata de la ocasión en la que el Gobierno central "ha mostrado mayor crudeza y mayor insensibilidad", según Susana Díaz, quien ha dicho que además lo ha hecho para ir "contra los derechos y las libertades de las mujeres". Díaz, acusó al Ejecutivo de Mariano Rajoy de gobernar "de manera ultraconservadora y retrógrada", y aseguró que la nueva norma pondrá en riesgo la salud de las mujeres mientras que los profesionales de la salud volverán a padecer inseguridad jurídica. En cuanto a la libertad de enseñanza para los padres, en mayo de este año 2016, el Tribunal Supremo recriminó a la Junta de Andalucía que suprima unidades o clases de un colegio concertado cuando existe un número suficiente de alumnos para mantenerlas abiertas, informó Diario 16. Esta circunstancia, recogida por una sentencia del Alto Tribunal, se repite constantemente en las fases de escolarización en numerosos colegios concertados de la capital andaluza, en los que los centros más demandados siguen dejando fuera a decenas de niños que eligen estos centros en primera opción mientras la Junta sólo aporta como única opción viable buscarle un hueco en un centro público no elegido por los padres en ningún caso. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com