Dime qué aplaudes y te diré de qué vas. La mayor multinacional abortera del planeta, la siniestra Planned Parenthood, primero financió la campaña de Joe Biden, luego, tras su triunfo electoral, ha publicitado -¡será por dinero!- su felicitación a Biden. Felicitación que no deja de resultar una amenaza: hemos invertido mucho en ti, muchacho, así que ya nos estás pagando la inversión con subvenciones públicas a la promoción del aborto en Estados Unidos y en el exterior… las que nosotros ejecutamos y nosotros cobramos.  

En cualquier caso, a Biden le ha faltado tiempo para empezar a deshacer la obra de Donald Trump, naturalmente en nombre de la unidad de todos los norteamericanos… salvo de los 70 millones de votantes de Trump.

Planned Parenthood le financió en campaña y ahora ya le ha felicitado

La primera en la frente: Biden anuncia una subida de impuestos a particulares y empresas y volverá al ruinoso cambio climático.

Subida de impuestos para los que cobren más de 400.000 dólares, los ricos… porque subírselos a la clase media hubiera resultado impopular.

Al tiempo, el impuesto sobre el beneficio pasa del 21 al 28%. Todo sea por deshacer la obra de Trump.

Otrosí: Biden introducirá a Estados Unidos en la economía verde, es decir, economía ruinosa y subvencionada, del cambio climático, una histeria sólo superada por la histeria global provocada por el coronavirus.

Y ojo, Biden ha ganado las elecciones por el voto por correo y, en general, por aquellos que han decidido encerrarse en casa por temor al contagio.

Estados Unidos, cada vez más progre. Acabar con el racismo (los demócratas fomentaron la violencia de Black Lives Matter) y con el racismo, más restricciones a la movilidad

En cualquier caso, el dúo Biden-Harris personifican la historia de una victoria, que continúa siendo sospechosa, y de una venganza: asegura que abrogará las leyes de Trump. Por ejemplo, volverá a financiar el aborto con dinero público.

Planned Parenthood le financió en campaña y ahora ya le ha felicitado: el camino está marcado, Joe, y pobre de ti como te salgas de la ruta.   

Quizás lo más llamativo del nuevo mandato y de las elecciones del pasado martes es que Estados Unidos es cada vez más progre. Así, el nuevo presidente vuelve a manipular el racismo de grupos extremistas como el Black Lives Matter, que ya tienen la respuesta de su chantajeado Biden: uno de las prioridades del nuevo Gobierno será terminar con el racismo y la violencia policial en EEUU. No pueden hacer otra cosa, dado que los demócratas fomentaron la violencia de Black Lives Matter (BLM). Recuerden los minutos -tantos, que le tuvieron que ayudar a levantarse- que Nancy Pelosi se pasó de rodillas rezando piadosamente por las víctimas negras de Trump.

Otra pista: en China se felicitan por la caída de Trump sin aplaudir el ascenso de Biden. Y eso que Biden es pro-chino y anti-ruso. El exvicepresidente de Obama tiene obsesión anti-Putin.

En China se felicitan por la caída de Trump sin aplaudir el ascenso de Biden. Y eso que Biden es pro-chino y anti-ruso

Obama y Biden convirtieron su Primavera Árabe en Califato islámico y convirtieron a Putin y a Bashar Al Asad, en los malos. Mientras, permitieron que la mayor tiranía del mundo, China, les sobrepasara en todos los ámbitos y chantajeara al mundo libre con su modelo un país dos sistemas” (tiranía comunista y economía capitalista). Pues bien, Biden vuelve a las andadas: el malo, malísimo, es el Krenlim. El fanatismo islámico, el fundamentalismo panteísta hindú y la tiranía china, tras un paréntesis de sólo cuatro años, vuelven a ser los amigos del progresista Joe Biden.

Para un presidente bajo sospecha de haber sido votado hasta por los muertos, no está mal: es un gran comienzo.

Biden y cementerio