La comparecencia de INDRA ante el Juzgado número 6 de la Audiencia Nacional por el caso Púnica no sirvió para ‘desimputar’ a la compañía, algo a lo que aspiraba su  presidente, Fernando Abril-Martorell. El juez Manuel García Castellón se lo dejó bien claro al representante legal de la empresa, Joaquín de Fuentes, que acudió el jueves a declarar: INDRA seguirá atada a Púnica.

De Fuentes confirmó la existencia de facturas vinculadas con Swat y Formaselect, dos empresas proveedoras y vinculadas al PP de Madrid durante los años 2008 y 2013, y cuyas contrapartidas no se han podido probar. Según la Guardia Civil, Indra pagó a estas dos compañías encargos realizados para el PP de Esperanza Aguirre.

En su defensa, De Fuentes alegó que esas facturas corresponden al equipo directivo anterior, ya que Abril-Martorell llegó en enero de 2015

En su defensa, De Fuentes alegó que esas facturas corresponden al equipo directivo anterior, ya que Abril-Martorell llegó en enero de 2015. Más aún, explicó al juez que la llegada del nuevo equipo directivo supuso la salida del anterior presidente, Javier Monzón y del entonces director de operaciones, Santiago Roura. También abandonó la empresa el consejero delegado, Javier de Andrés.

El juez, sin embargo, decidió mantener la imputación de Indra porque De Andrés abandonó la empresa, sí, pero lo hizo en diciembre de 2017, dos años y medio después de la llegada de Abril-Martorell. Ese fue el error del presidente de Indra y el argumento del juez para mantener la imputación de la compañía en el caso Púnica.