Este miércoles ha presentado sus datos de cierre de ejercicio la cadena textil de Amancio Ortega y lo ha hecho precedida del pesimismo que vienen destilando los mercados en relación con su valor desde hace ya tiempo. Ante este escenario, continúo haciéndome la pregunta: ¿pesimismo o pura y dura especulación? En esa línea ayer mismo BBVA y Credit Suisse revisaban sus recomendaciones de vender, considerando que el recorrido que llevó a su acción desde los 27,72€ a los 26,36€ de ayer, incluyendo el tremendo bache de los 22,11€ de principios de enero, había acabado. A esta preocupación se añadió ayer por la tarde el empeoramiento de una amenaza que pendía sobre la compañía y en concreto, sobre uno de sus principales mercados que es el Reino Unido, donde la amenaza de un Brexit desbocado y sin acuerdo se está contemplando como una realidad posible después de la última votación del martes, donde el 'holliganismo' antieuropeo dio una gran batalla.

En Reino Unido, uno de sus principales mercados, la posibilidad de un Brexit sin acuerdo cobra fuerza por el 'holliganismo' antieuropeo

Cierto es que la temporada para la competencia ha sido bastante floja, la climatología un tanto irregular, o quizás la tendencia de cierto tipo de clientes, que han decidido cambiar su hábitos de compra de moda por el low cost representado por la tercera compañía en discordia, la irlandesa Primark, que en 2018 ganó un 14,7% más que en el ejercicio anterior, mientras que la no hace tanto tiempo principal competidora, la sueca H&M, registró un descenso en sus resultados del 2018 de un 21,8% respecto al 2017.

Pero ahora lo que nos interesa es ver cómo ha sido el resultado de Inditex. Primero constatar el crecimiento de resultado neto hasta los 3.444 millones de euros (M€), que significa un 2,26% respecto a los 3.368M€ conseguidos en 2017. Y es que en el último periodo del año (noviembre 2018 a enero 2019), ha flojeado y se ha alejado bastante del crecimiento que presentó en el tercer trimestre, cuando el resultado neto fue de 2.438M€, lo que significó un crecimiento del 4,14% respecto al mismo periodo del anterior ejercicio.

El resultado neto sólo sube un 2,26%, afectado por el último trimestre, que ha sido más flojo que el tercero

En un marco comercial tremendamente complicado como el que hemos descrito, con una competencia que se ha llevado parte de la clientela, más preocupada por los precios que por la calidad y la moda, a lo que se añadió el adelanto de las rebajas en la competencia por la climatología adversa, las ventas de Inditex han vuelto a crecer cerrando el ejercicio en los 26.145M€. Esta cifra representa un crecimiento del 3,19%, recuperando en parte la diferencia conseguida en el pasado trimestre, donde solo crecieron un 2,64%, pero muy lejos del aumento del 8,69% registrado en las ventas del 2017 respecto al 2016, y más teniendo en cuenta que este ejercicio coincide con la consolidación del gran reto de la compañía que supone la optimización de los espacios comerciales con el crecimiento de la superficie de venta en un 5% y su gran apuesta por la venta online, que ha sido la verdadera palanca del crecimiento del epígrafe de ventas, con un incremento del 27% interanual.

El coste de ventas crece un 2,2% y el margen bruto un 3,90%. Los costes de explotación han subido un 4,3% como consecuencia de las nuevas superficies abiertas y el Ebitda se ha situado en 5.457M€ (+2,8%).

Las ventas suben un 3,19%, lejos del aumento de 2017 (+8,69%), a pesar de la optimización de espacios comerciales y de la mayor superficie de venta

Más preocupante es que, a pesar de que el modelo de su negocio de comprar aplazado y pagar pasado el plazo de su teórica venta (financiado por el vendedor) provoca que el fondo de maniobra sea negativo. Pero la cifra alcanzada ha llegado a los 1.715M€, con 2.716M€ de existencias y 5.251 de deudas a acreedores corrientes (proveedores).

Pero lo que realmente importaba a los inversores son los dividendos y el consejo propondrá el pago de 1 euro por acción como dividendo extraordinario. Además, para 2018 habrá un dividendo ordinario de 0,66€ y otro extraordinario de 0,22€, que supondrá en conjunto un incremento del 17% respecto a 2017, a pesar de que el flujo de caja generado fue negativo, en 106M€.

Lo que realmente importa a los inversores es el dividendo, que sube un 17%, a pesar del flujo de caja negativo de 106 millones

La previsión de ventas continúa siendo positiva para el presente ejercicio, con un crecimiento entre el 4% y 6%, que se me antoja muy ambicioso, visto todo lo anteriormente analizado.

Además, el mercado ha juzgado de forma severa las flojas cuentas y la cotización ha presentado caídas superiores al 4%, siendo del 4,83% en la recta final de la sesión.