El Gobierno aún no tiene su plan de ayuda a las aerolíneas, pese a que hace más de una semana el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, refirió que se ultimaba. Asimismo, no se ve a Iberia como empresa estratégica, pues este viernes se ha aprobado un fondo de 10.000 millones de euros y no se ha mencionado a ninguna aerolínea: sólo se sabe que será para las “empresas no financieras afectadas por la pandemia del Covid-19 que sean consideradas estratégicas para el tejido productivo nacional o regional”, según el comunicado.

Y todo esto no suena bien ante un delicado contexto para las aerolíneas españolas: perderán unos 15.000 millones de euros en ingresos este año, según estima la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Sin embargo, hasta ahora, las únicas ayudas que han recibido han sido avales del ICO: Iberia ha recibido 750 millones en estos y parece que no bastan porque ya ha empezado a meter la tijera. Una situación bien distinta a la que sucede en Portugal, donde el Gobierno ha nacionalizado TAP, al hacerse con el 72,5% del capital, e inyectará 1.200 millones para reflotar su aerolínea de bandera.