Presenta el Instituto de Política Familiar (IFP) un informe sobre la evolución de las familias en las Comunidades Autónomas (ver el documento adjunto). Desde el organismo avisan: España se muere. Fallecen más personas de las que nacen en 11 de las 17 Comunidades Autónomas; tan solo la Región de Murcia se salva del ‘suicidio demográfico’.

El déficit de ayudas a la familia de las Comunidades Autónomas (CCAA) está provocando que los indicadores de demografía, natalidad y nupcialidad se estén agravando en todas las comunidades, afirman en el informe. “podemos concluir que las políticas referentes a la familia han sido marginadas en España”, comenta Eduardo Hertfelder, presidente del IPF.

En la mitad de las regiones, la tasa de natalidad no alcanza el 1,3 hijos por mujer, cuando la tasa de reposición es del 2,1, hacia arriba

La natalidad continúa en descenso, quedando la mitad de las CCAA por debajo de la tasa de 1,3 hijos por mujer. Y es que las mujeres cada vez son madres a edades más tardías: la media es superior a los 31 años. Asimismo, afirman que el aborto ha supuesto un facto de gran impacto, ya que ha supuesto más de 2,2 millones de muertes (2.216.538 abortos) desde 1990. Si no fuera por la aportación de las madres extranjeras, la mayoría de las comunidades autónomas no llegarían ni a 1,3 hijos/mujer, sentencian desde el Instituto.

La evolución de la población es menos alentadora: mueren más personas de las que nacen en 11 de las 17 CCAA, entre las que destacan Galicia y Castilla y León. A eso se suma la pérdida de población juvenil y el crecimiento de la población mayor, que desemboca en un invierno demográfico de la que sólo se salva Murcia. Esta situación es más acusada en las regiones de Asturias, Galicia y Castilla y León, donde una de cada nueve personas es joven, pero una de cada cuatro es mayor de 65 años. La pirámide poblacional se está invirtiendo, señalan.

Las rupturas familiares aumentan, superado los 3,2 millones (3.238.291) desde 1981

Por su parte, la nupcialidad sufre una caída vertiginosa -Castilla y León (3,16), Aragón (3,26) y Extremadura (3,28) son las comunidades españolas donde menos matrimonios se producen en relación a su población-. No obstante, las rupturas familiares aumentan, superando los 3,2 millones (3.238.291) desde 1981, donde la mayoría han sido divorcios (2 millones).

Y es que las parejas cada vez se casan más tarde -excepto Extremadura, a los 35 años de media- y, además, los matrimonios civiles superan a los religiosos en todo el territorio.

El déficit de ayudas a la familia de las Comunidades Autónomas está provocando que los indicadores de demografía, natalidad y nupcialidad se estén agravando en todas las comunidades

“Podemos concluir que las políticas referentes a la familia han sido marginadas en España”, afirmaba el presidente del IPF. Hay pocas prestaciones fiscales y directas a las familias, que en la mayoría de las CCAA (Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Navarra y Com. Valenciana; Baleares no ayuda en absoluto) van ligadas de una restricción de la renta. Tampoco hay ayudas por nacimiento o cuidados de hijos - excepto en Andalucía, Cantabria, Cataluña, Galicia y el País Vasco- y las deducciones del IRPF están desactualizadas. Además, Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Com. Madrid, Reg. Murcia y La Rioja no tienen en cuenta a las familias numerosas.

En definitiva, España se muere: no nacen niños y el Estado tampoco quiere que nazcan.