EDP ha disparado su beneficio neto (+45%), hasta los 146 millones de euros, en el primer trimestre, gracias a las renovables -es decir, a su joya de la corona, EDPR- y al escaso impacto del coronavirus. Y cómo no, los chinos de Tres Gargantas (China Three Gorges -CTG-), principal accionista, felices.

Conviene destacar que ya no controlan el 23,27%, posición que mantenían tras el fracaso de su OPA hace poco más de un año, pero ahora ha bajado ligeramente al 21,47%. Pero también estarán contentos el resto de accionistas, entre los que está los fondos BlackRock, Mubadala (fondo soberano de Abu Dabi y primer accionista de Cepsa), Norges Bank y un fondo soberano de Qatar, y la compañía estatal de hidrocarburos de Argelia (Sonatrach). Además, EDP mantiene un pay out del 81%, por lo que repartirá un dividendo de 0,19 euros por acción correspondiente a 2019, que supondrá un desembolso de casi 695 millones. 

La energética portuguesa ha tenido mejores resultados hasta marzo respecto al año pasado, cuando se vio penalizada por la baja producción hídrica en la Península Ibérica. El Ebitda se ha elevado a 980 millones (+6%), de los que las renovables han aportado 549 millones (y dentro de estas, los recursos hídricos han contribuido con 177 millones, 65 millones más que hace un año).

Por su parte, la deuda neta se ha reducido un 8% respecto a la de finales de año, hasta los 12.713 millones, lo que representa un ratio de 3,4 veces el Ebitda. Mientras, los ingresos han bajado ligeramente, pasando de los 3.744 millones de hace un año a 3.502 millones.

Las energías renovables son las principales responsables del crecimiento de EDP

La capacidad instalada total de EDP ascendió a 26,5 gigavatios (GW), un 2% inferior a la de hace un año, de la que un 73% corresponde a fuentes de energía renovables, que son en este momento las principales responsables del crecimiento de la empresa, según ha informado la energética. La cartera de clientes se ha mantenido estable en 11,4 millones de clientes y la plantilla es de 11.563 empelados.