Se habla mucho de los fallecidos por accidente de tráfico (1.896 en 2018) -todos los fines de semana hay cifras oficiales- y muy poco de los suicidios, lo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que el suicidio es la principal causa de muerte por causas externas en España. Según datos del INE publicados este jueves, en 2018 hubo 3.539 muertes por suicidio, un 3,8% menos que en 2017, y repitió como la primera causa de muerte externa.

Llamativa resulta la diferencia entre hombres y mujeres. Del total de suicidios, 2.619 fueron hombres y 920 mujeres. Dicho de otra manera, el suicidio es la principal causa de muerte externa en los hombres mientras que en las mujeres es la tercera, por detrás del ahogamiento, sumersión y sofocación (1.460 fallecidas) y de las caídas accidentales (1.450).

El segundo drama de España es el número de nacimientos, cada vez más bajo, y que en los nueve primeros meses de 2019 marcó su mínimo histórico desde que comenzaron las estadísticas, en 1941.

Pero tranquilos, porque los suicidios serán cosa del pasado gracias a Pedro Sánchez y su ley de eutanasia. Los fallecidos serán también muchos, pero serán por suicidio… asistido, que es mucho más llevadero.