Según informa el INE, en la primera mitad de 2019 se registraron 170.074 nacimientos, un 6,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. El número de nacimientos en el primer semestre continúa así con la tendencia a la baja de los últimos años, sólo interrumpida en 2014, y representa la cifra más baja desde 1941, año en el que se comenzaron a registrar los datos. Esto sí es una emergencia y no la del cambio climático.

Por concretar un poco más: en los seis primeros meses de 2011 hubo un total de 230.568 nacimientos, cifra que ha ido bajando año tras año -excepto en 2014, cuando hubo más nacimientos que en 2013- hasta llegar a esos 170.074 de los seis primeros meses de este año.

Por otra parte, durante el primer semestre fallecieron en España 215.478 personas, un 5,4% menos que en el mismo periodo de 2018.

Por tanto, el crecimiento vegetativo de la población (es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones) fue de –45.404 personas en los seis primeros meses de 2019. Esta cifra, similar a la del mismo periodo del año anterior, consolida la tendencia negativa iniciada en el año 2015.

Así las cosas, sin nacimientos, ¿cómo va a ser sostenible el sistema de pensiones?