Consejo de Ministros del viernes 15 de febrero, ordinario, eso sí, tras el extraordinario celebrado para anunciar después elecciones generales para el 28 de abril. El Gobierno apura sus últimos cartuchos y lo hace intentando colgarse dos medallas: la reforma educativa que deroga la LOMCE (promoviendo la educación afectivo-sexual de los niños y el mínimo esfuerzo) y la exhumación de Franco, o más bien, de sus “restos cadavéricos”, según los ha calificado la titular de Justicia, Dolores Delgado, quien ni una sola vez los ha calificado como humanos.

Delgado parece que se ha puesto de acuerdo con la ministra de Educación y portavoz, Isabel Celaá, en cuestión de vestuario: ambas de blanco y negro, aunque colocados de forma distinta. Celaá ha empezado su perorata, elogiando el “discurso de Estado” de su jefe, subrayando que “lo más beneficioso para el país es acudir a las urnas”. “Vamos a ver si conseguimos que el ruido deje paso a la política”, ha insistido, aludiendo a la “crispación” generada, en su opinión, sobre todo, por la oposición.

Celaá olvida algunas claves de su reforma: educación afectivo-sexual a niños, la asignatura Valores Cívicos y Éticos y marginación de la Religión

Y cómo no, están “muy orgullosos” de lo que han hecho en estos ocho meses y medio en el Gobierno, aunque hasta hoy le quedaban dos piedrecitas en el zapato. Y no será fácil sacárselas…

La primera es la reforma educativa para derogar la LOMCE. Celaá no tendrá fácil su tramitación porque la Mesa del Congreso -con mayoría de PP y Cs- es quien “ordena los trabajos” del Pleno y “no parece posible que se llegue a tiempo”, pues las Cortes se disolverán el 5 de marzo, pero consideraba que debía presentarla por "respeto" a los que han trabajado en la misma. Eso sí, la ministra portavoz no ha dicho nada de algunas claves de la ‘ley Celaá’: se dará educación afectivo-sexual a niños desde los seis años; la asignatura Valores Cívicos y Éticos (una Educación para la Ciudadanía bis) y la marginación de la asignatura de Religión. En su lugar, ha preferido destacar que está apoyada por organizaciones progresistas (¡ay madre!) y está “muy respaldada” por la comunidad educativa (algo que dudamos, pero claro, ella no incluye a las asociaciones que defienden la enseñanza concertada, nosotros sí)… y sigue “las corrientes educativas de la Unión Europea, la Unesco (y por supuesto, la Agenda 2030, o sea, ONU, es decir, Nuevo Orden Mundial -NOM-) y la OCDE”.

Celaá quiere reducir la tasa de repetidores, premiando el mínimo esfuerzo: se podrá obtener el título de Bachillerato con una asignatura suspensa

Celaá ha señalado que España debe “reducir la tasa de repetidores” (actualmente, en el 12,3% en la ESO, muy superior a la europea) y por les premiará pasando de curso con asignaturas de curso. El objetivo es “llevar a la mayor cantidad de alumnos a que se titulen”, es más, incluso podrán obtener el título de Bachillerato con “una materia insuficientemente aprobada de las 20” que se cursan. También quieren luchar contra el alto abandono escolar y aumentar el alumnado de Formación Profesional. Según la ministra, la reforma educativa busca “equidad, inclusión y mejora de resultados”, así como la estabilización del sistema ofreciendo un pacto para “garantizar los recursos (un suelo del 5% del PIB) más allá de cambios políticos y turbulencias económicas”. Esto último es un farol más, pues en los Presupuestos tumbados la cifra era del 0,7% del PIB.

Delgado afirma que tener a Franco en el Valle de los Caídos "no ayuda a la convivencia de los españoles", ¿en serio? Llevamos más de 43 años sin problemas 

Y la segunda piedrecita: vuelve a sacar la momia de Franco a pasear con la manida exhumación porque el hecho de que esté en el Valle de los Caídos "no ayuda a la convivencia de los españoles". “Es el final de un proceso, una decisión política, una decisión de Estado”, en palabras de la ministra Delgado, pues considera “la Memoria Histórica, una cuestión de memoria democrática”, pero claro esta no incluye para ellos las víctimas -y no pocas- que dejaron los republicanos (de las que ha dado buena cuenta el historiador Javier Paredes en este medio). Delgado vuelve a relatar los pasos dados por el Gobierno Sánchez y anuncia que da 15 días a la familia de Franco para que decida -“de forma unánime”- dónde quiere inhumar los “restos cadavéricos” de su familiar, excepto en la Catedral de la Almudena “por razón de orden público y porque se incumpliría la ley de Memoria Histórica”. Si la familia no se pone de acuerdo o no se pronuncia, el Gobierno decidirá. Eso sí, cabe la posibilidad de que el Tribunal Supremo (TS) también pueda decir algo mientras tanto, recuerden que la familia presentó un recurso. ¿Se imaginan que el Gobierno exhuma a Franco sin esperar al TS y luego este echa para atrás el asunto? ¿Habría exhumación, inhumación y viceversa? Sería un disparate… pero con la soberbia de Sánchez no sería de extrañar.

Y por último, destacar el Plan Director por un Trabajo Digno, que ha logrado convertir 61.445 contratos temporales en indefinidos, y si se suman a los 132.501 logrados por la actuación regular de la Inspección, salen 193.446. Además, está Venezuela: el Gobierno ha aprobado una aportación de 3 millones de euros destinada a medicamentos para los aproximadamente 170.000 españoles que viven en el país.