A Coca-Cola European Partners (CCEP), la ‘megaembotelladora’ europea y la mayor del mundo, le va muy bien en el viejo continente, pero tropieza en España, como reflejan sus resultados anuales. Mientras, su presidenta, Sol Daurella, pasa y sigue aumentando su fortuna… y eso que ya es, junto a su familia, la cuarta más rica de nuestro país.

Parece que al mercado no le ha hecho gracia que anunciara una subida del dividendo anual del 26%, hasta los 1,06 euros por acción, pues como prosigue el plan de recompra de acciones, se repartirá entre menos gente. Recuerden que el pasado septiembre, con motivo del Día del Inversor, el CEO de Coca-Cola European Partners, Damian Gammell, anunció una recompra de acciones propias por valor de 1.500 millones de euros: el año pasado ascendió a 500 millones y para este prevén que alcance los 1.000 millones.

Las ventas de Iberia (-1%) bajan, mientras se disparan en Gran Bretaña (+12,5%), Países Bajos (+10,5%), Bélgica (+7%) y Alemania (+5,5%) 

El objetivo de esta recompra de acciones es reducir el capital social y elevar del 45% al 50% el pay out (meta alcanzada en el cuarto trimestre). Algo en lo que Daurella y su familia saldrán favorecidos porque su empresa -Cobega- es el principal accionista de CCEP: posee el 19,3% del capital. Es decir, podrán elevar aún más su fortuna (la cual asciende a 6.300 millones de euros) y eso que ya ocupan el cuarto puesto en el ranking español.

Vayamos a los resultados: como ya se vio en los nueve primeros meses, va bien en Europa, pero tropieza en España, a pesar de que ya ha cerrado su largo conflicto laboral. De hecho, los ingresos de Iberia (España, Portugal y Andorra) han bajado un 1% en el año y un 1,5% en el cuarto trimestre, y la cosa hubiera sido peor si el sólido crecimiento portugués no hubiera contrarrestado el menor negocio español, que se ha visto impactado por la meteorología y el turismo. Además, Iberia continúa perdiendo peso, aunque es la que más aporta: ha pasado del 24,5% al 23% del total en 2018. Esta situación contrasta con la de otros países, como Gran Bretaña, donde las ventas se han disparado un 12,5%, representando un 20% del total; Países Bajos (+10,5%), Bélgica (+7%) y Alemania (+5,5%) -suponiendo un 20,5% del conjunto-. El cuarto puesto del podio lo ocupan Francia y Mónaco (16,5%), donde la facturación ha bajado un 1,5%; aunque el mayor descenso se ha dado en Islandia (-4%). 

En 2018, los ingresos han ascendido a 11.518 millones (+4%) y el beneficio neto contable se ha disparado un 32%, hasta los 909 millones 

En el conjunto del año, los ingresos han ascendido a 11.518 millones (+4%). Por su parte, el beneficio neto contable se ha disparado un 32%, hasta los 909 millones y el operativo ha sido de 3.158 millones (+4%).

Por marcas, las carbonatadas decrecieron un 2% entre octubre y diciembre, debido a que las de Coca-Cola bajaron un 3,5% -sobre todo, las de Coca-Cola Clásica, que se vieron casi compensadas por el aumento de Coca-Cola Zero Azúcar (casi un 9%)-. Las bebidas carbonatadas de sabores y energéticas subieron un 2,5% gracias a sólidos rendimientos de Fanta, Schweppes y marcas energéticas. Mientras, las marcas sin gas decrecieron un 5,5% por la caída en zumos, isotónicas y otras (-6,5%) y agua (-4,5%). Al hilo de esto conviene recordar que el director general de Coca-Cola Iberia (filial de la multinacional de Atlanta), Juan Ignacio de Elizalde, ha anunciado que este año se volcarán en crecer en ventas de té y café en España: lanzará una nueva marca de té que complementará a Nestea y a la orgánica Honest. Mientras, seguirá creciendo su histeria por la salud.