Este miércoles, el cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha puesto un gran punto sobre la i en el tema de los abusos sexuales de la Iglesia: la pederastia clerical no se soluciona con la supresión del celibato. En concreto, en rueda de prensa, ha referido que “estudios psicológicos, psiquiátricos y sociológicos no relacionan el celibato con la pedofilia”, a los que ha tenido acceso en la cumbre sobre la protección de los menores en la Iglesia celebrada recientemente en el Vaticano.

Señala que “estudios psicológicos, psiquiátricos y sociológicos no relacionan el celibato con la pedofilia”

Blázquez ha señalado que estas cuestiones (pederastia y pedofilia) “son pecado y, en muchas ocasiones, crímenes, tanto en derecho penal como en derecho canónico. Antes de continuar, conviene hacer una matización:

  • Por pederastia, se entiende el abuso sexual cometido con niños. Por tanto, iría en contra del sexto mandamiento (No cometerás actos impuros).  
  • Pedofilia entendemos la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o adolescentes. Es decir, contrario al noveno mandamiento (No consentirás pensamientos ni deseos impuros).

La máxima autoridad de la Iglesia en España ha subrayado que “nuestra colaboración es directamente con los tribunales”, en alusión a la obsesión del Gobierno Sánchez, sobre todo, de la ministra Dolores Delgado, por abrir una ‘causa general’ contra la Iglesia.

La cumbre celebrada en el Vaticano ha sido un sí inequívoco a las víctimas y un no a abusadores, encubrimientos y silencio cómplice

El presidente de la Conferencia Episcopal participó en la citada cumbre celebrada en el Vaticano, “una convocatoria sin precedentes y sin acompañantes”, destacando que no la ha habido en otros ámbitos. Allí han rezado, escuchado detenidamente y ha habido diálogo. Una cumbre que fue “un sí inequívoco a las víctimas, a sus familias y a la colaboración con las autoridades del Estado; y un no a abusadores, a encubrimientos, al silencio cómplice y al tratamiento inadecuado en las autoridades de la Iglesia de estas situaciones”.

Eso sí, ha insistido en que no es cosa solo de la Iglesia, pues “de los niños se abusa por muchas vías (niños soldado, turismo sexual, utilización de las redes…)”, por lo que es necesaria una “mirada lo más amplia posible y sin tirar balones fuera” para erradicar esta lacra. De hecho, van a recibir normas y no solo orientaciones, y “según estas normas, los obispos debemos ser examinados”, pues “un problema de un pederasta o un pedófilo no se cura con un traslado o económicamente”. Además, ha invitado a todos a leer el discurso del Papa Francisco del pasado domingo, invitando a los medios a difundir las ocho dimensiones que cita.