¿Están seguros de que en el Gobierno de coalición habrá igualdad en las decisiones? Dos días después de las promesas ante el Rey y las tomas de posesión de los nuevos ministros, parece que ya ha habido un primer tironcillo de orejas. La vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha enmendado a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz: en concreto, ha insistido en que sólo se derogarán “los aspectos más lesivos de la reforma laboral”.

En el ‘Spain Investors Day’, un foro lleno de inversores internacionales que se ha celebrado en Madrid durante dos días, Calviño ha puntualizado que sólo se cambiarán aspectos que lleguen a suponer “un abuso” para los trabajadores, como la normativa que permite despidos por absentismo y bajas laborales, la cual ha sido respaldada por el Tribunal Constitucional. La vicepresidenta económica ha recalcado que los niveles de paro siguen siendo “intolerablemente altos” y la prioridad es seguir creando empleo (el objetivo de este año es de 300.000 nuevos puestos de trabajo) y manteniendo el diálogo con sindicatos, patronal y el conjunto de grupos parlamentarios del Congreso.

Calviño recalca que los niveles de paro siguen siendo intolerablemente altos, mientras Díaz denuncia que el 92% de los contratos son temporales

Recuerden que el pasado lunes, en su discurso en la toma de posesión (ver documento adjunto), Díaz destacó que el “principal reto de este país es recuperar el trabajo con derecho, debemos derogar la reforma laboral para retomar los derechos de las trabajadoras y trabajadores”. Es decir, habló de la reforma en su conjunto. Sin embargo, este mismo miércoles, en una entrevista en La Sexta, ha matizado que habrá dos fases:

  • Se acabará con urgencia con medidas como el artículo 52D, que “permite que un trabajador pueda ser despedido por una baja y que vulnera la legislación internacional”. También “hay que mejorar los aspectos que tienen que ver con la negociación colectiva, algo que ya estaba en el acuerdo presupuestario. El equilibrio entre trabajadores y empresarios se ha roto y hay que volver a la posición anterior, a la de los convenios de sector sobre los convenios de empresa”.
  • Elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, “el estatuto del siglo XXI”.

Por tanto, parece que no habrá nada de cargarse la reforma laboral entera y menos tras las palabras de Calviño. Y por cierto, ojo al regalo de Díaz a sus compañeros socialistas de Gabinete: ha señalado que en 2019 se registraron 22,5 millones de contratos, de los que el 92% fueron temporales, pero “no queremos vidas precarias en nuestra sociedad”.