Lo decía recientemente Felipe González, en alusión al separatismo catalán: “Van a sacar a la calle al nacionalismo español”.

Para el socialista González nacionalismo y patriotismo es lo mismo, pero en cualquier caso, tiene razón: el engreimiento separatista catalán ha resucitado el dormido patriotismo español y ya tenemos, otra vez, las dos España enfrentadas. Ya tenemos el frentepopulismo o unión de socialismo, comunismo y separatismo (burgués o revolucionario). Todos unidos por el odio al cristianismo y a España, cuando el cristianismo anda, como hoy, menguado.

No hablo de una guerra de trincheras sino de un enfrentamiento de todos contra todos

En este caldo de cultivo, creado por el insensato de Pedro Sánchez, basta que uno de los guardaespaldas de Indalecio Prieto, asesino de José Calvo Sotelo, para que estalle todo el resentimiento acumulado y se arme la del 36.

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Sí y sé que ahora no sería una guerra de trincheras, pero ¿qué más da? Se trataría de una guerra de todos contra todos. A la postre, guerra civil. También está el asunto económico ciertamente, porque ya se sabe que “en tiempo de rojos, hambre y piojos”, o, como diría el mismo Felipe González, que a Sánchez se lo dijo: nunca os fiéis de los comunistas. O sea, de Podemos, a los que tildó de leninistas 3.0.

 

El guerracivilismo lo inició ZP y su memoria histórica. Nos habíamos perdonado y de repente, junto a los huesos de los muertos resucitaron los viejos agravios.

El frentepopulismo del insensato de Pedro Sánchez, nuevo presidente del Gobierno, es el camino adecuado

Y de paso, ZP aprovechó para arruinarnos. O como aseguran las redes a Internet: te vamos a arruinar y lo sabes. Hoy, la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, volvía a enfatizar al desastre con patas conocido como ZP como reserva espiritual de la humanidad: “Te vamos a arruinar, y lo sabes”.

Y luego el porqué. Con tal de vivir en La Moncloa, Pedro Sánchez se despeina. Observen otra meme de Internet (en el vídeo inferior), sobre su mano derecha, José Luis Ábalos, donde aseguraba que ellos no tenían ansiedad por gobernar: pues menos mal.

Sí, España tiene un peligro latente de enfrentamiento civil. Sería un enfrentamiento de todos contra todos, porque las ideologías, al igual que la información, se ha fraccionado y se ha fracturado.

Pero el rencor crece y la izquierda cristófoba y arruinadora persiste en ello.