Sr. Director: La actitud del gobierno catalán con los atentados ha dejado mucho que desear. En todo momento su gran interés ha sido el político, el sacar pecho y presentarse como desligado del resto de España, incluso en el aspecto lingüístico. Mientras la lengua mayoritaria que hablamos los barceloneses es el español, en la pancarta de la manifestación ni siquiera se usó un lema bilingüe ("No tenemos miedo / No tenim por") lo que hubiera sido un símbolo de cohesión social justo cuando era más necesario remarcarla y hubiera permitido hacer llegar el mensaje internacionalmente a más países del mundo. También en el Ayuntamiento de Barcelona, en la sala de condolencias, el español estaba entre las lenguas extranjeras y por debajo de la inscripción en catalán de tamaño mucho mayor. ¿Es mucho pedir un poco de sentido común y un mínimo respeto a la realidad social y lingüística de nuestra ciudad, señores políticos? Juan Sánchez