Sr. Director: Al igual que todas las edades de la vida, la vejez también posee su encanto. Como sucede con los vinos de solera, son los años los que van prestando el mejor aroma y sabor a los afectos y sentimientos, son los años los que nos ayudan a encontrar la serenidad de ánimo, el equilibrio emocional, los que hacen posible la reconciliación definitiva con nosotros mismos y con los demás. Todos hemos tenido ocasión de ver reflejada en la mirada profunda de alguna persona mayor, la serenidad tranquila que emana de su alma. Quién no ha tenido esta sensación al haber observado alguna vez, cuando éramos niños, la mirada del abuelo o de la abuela. Pienso que el "Día de los Abuelos" es un buen momento para hacer presente alguna de aquellas miradas y tener un agradable recuerdo, y si ya no está entre nosotros enviar a Dios una oración por su alma. Ante estas sensaciones de la realidad cabe exclamar ¡Qué bonita es la vejez! Pedro J. Piqueras Ibáñez