Ante la preocupación por las consecuencias del coronavirus, Irlanda ha ido un paso más allá y ha encontrado el remedio para el sexo en tiempos del Covid-19. Una doble guarrada, practicar el “sexting”, o sea, enviar contenidos sexuales, eróticos o pornográficos, por medio de teléfonos móviles y, la segunda propuesta, la masturbación “higiénica”.

En esta línea, las autoridades sanitarias han realizado una campaña de información sexual para evitar la propagación del virus: "Lávese las manos antes y después del sexo". Las directrices del Servicio Ejecutivo de Salud (HSE) advierten que la masturbación no propaga el coronavirus, pero recomiendan una versión "higiénica", con lavado de manos (y de juguetes sexuales) con jabón al menos durante veinte segundos antes y después.

El Gobierno irlandés recomienda también "no besar a nadie fuera de la casa", hacer una "pausa" en los encuentros cara a cara y usar preferemente , además de el "sexting", los chats de contactos.

¿Y esta era la católica Irlanda?... Era.