El Santander ha recurrido su imputación por los problemas judiciales heredados del Popular porque el banco, según el Santander, había muerto jurídicamente, esto es, se había ordenado su resolución y tanto el capital como la cúpula habían cambiado. El banco que preside Ana Botín pone como ejemplo a Caixabank, que no fue imputado por los delitos que cometió la cúpula de Banco de Valencia, entidad que adquirió en noviembre de 2012.