Sr. Director:

El candidato Alfredo P. Rubalcaba aseguró, tras el acuerdo sobre el segundo rescate griego, que "España podía respirar tranquila". Pues no, los mercados y las agencias de calificación no han secundado el pronóstico.

 

Más que respirar, toca contener la respiración. La prima de riesgo alcanzó los 360 puntos y la Bolsa sufrió una caída severa. La rebaja de la nota de la deuda helena al borde del impago ha probado que el efecto contagio persiste. No hay espacio para la calma y sí urgencia para las reformas. Tal vez Rubalcaba estaba equivocado en su diagnóstico o, por el contrario, nos pretendía engañar una vez más. Miren si estaba equivocado que su presidente, el Presidente ZP, se ha visto obligado a abandonar y a convocar elecciones.

José Morales Martín