
Decíamos en Hispanidad que en Motril, un jurado popular juzgaría del 13 al 15 de febrero de 2023 en la Audiencia de Granada a la mujer que confesó haber matado de varias puñaladas en abril del año pasado a su pareja, de 18 años, en un cortijo de la localidad granadina a raíz de que se produjera una discusión entre ambas al trasladarle la víctima su intención de denunciarla por el trato que le daba.
Tal como recoge la publicación digital 'ahoraGranada', la familia de la joven, que ejerce la acusación particular, había solicitado que se la condenara a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con la agravante de parentesco a tenor de la especial vulnerabilidad de la víctima, dado que la acusada "casi le doblaba la edad" y durante el tiempo que duró la relación presuntamente le dispensó "un trato vejatorio y violento".
La procesada, que tenía entonces 36 años, ha asegurado que todo comenzó porque le dijo a la víctima que se iba a marchar de casa por una convivencia marcada por los enfrentamientos con la familia de la joven, que llegó a denunciar a la acusada.
Pues bien, en el juicio la acusada ha reconocido entre lágrimas que acabó con la vida de la que era su novia, con la que mantenía una relación desde hacía dos años antes y a la que asestó unos cuarenta golpes y puñaladas el 11 de abril de 2021, pero que nunca quiso hacerlo, ni sabe cómo paso.
Y en Guadalajara, una mujer de 41 años ha sido detenida como presunta responsable de la muerte violenta de su pareja, un hombre de 39 años, en Valfermoso de Tajuña. La mujer le habría asestado al menos una puñalada mortal durante una discusión entre la pareja este sábado. Fuentes de la Guardia Civil han indicado que la Policía Judicial ha abierto diligencias para esclarecer los hechos.
Y mientras, Irene calla. Al menos, en el caso de Motril, la víctima es una mujer. Señora ministra ¿no tiene nada que decir o acaso esto es violencia feminista?